El líder de Alianza Para el Progreso (APP), César Acuña, se autodefinió este lunes como “el mejor alcalde de los últimos 50 años” que ha tenido Trujillo, cargo que asumió por primera vez en 2006 y que ocupó antes de llegar al Gobierno Regional de La Libertad.
“Yo sí puedo decir: Si cambié Trujillo, cambié La Libertad, estoy preparado para cambiar el país”, afirmó durante el encuentro de líderes y autoridades políticas por los 24 años del partido.
Acuña, considerado uno de los hombres más poderosos del país, se lanza por tercera vez como candidato presidencial para las elecciones generales del próximo año, tras renunciar a su cargo como gobernador en octubre pasado.
A pesar de que dejó su región convertida en uno de los epicentros de la ola de inseguridad que afecta al país, fue señalado en la ‘Encuesta del Poder 2025’, elaborada por Ipsos Perú para la revista Semana Económica, como uno de los personajes más influyentes del país, junto con Keiko Fujimori, hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), solo por detrás de la entonces presidenta Dina Boluarte, quien fue destituida por el Congreso.

La noticia de su nueva candidatura presidencial se confirmó en el último día del plazo oficial para que las autoridades que buscan participar en las elecciones de abril de 2026 dejen sus cargos.
Acuña destacó que su intención es poner su “experiencia al servicio de Perú”, fundamentada en su “humildad y vocación de servicio”. Aseguró que deja el cargo de gobernador regional, que asumió en enero de 2023 y debía concluir en 2026, “con la firme convicción del deber cumplido”.
Añadió que “a partir de hoy” trabajará “para impulsar una reforma profunda y necesaria” que permita enfrentar la inseguridad ciudadana y reactivar la economía del país. Finalmente, ofreció que en un eventual gobierno suyo se crearán dos millones de empleos en cinco años y se luchará contra la corrupción “de manera implacable”.
“Quiero convertirme en el presidente de los jóvenes del Perú que quieran estudiar, que quieran trabajar y que quieran oportunidades para salir adelante”, concluyó.
Actualmente, su hermano Óscar Acuña enfrenta un pedido de prisión preventiva por un caso de presunto tráfico de influencias y organización criminal en el antiguo programa de alimentación escolar Qali Warma, aunque su paradero es desconocido.

Deuda
Según un informe de Cuarto Poder, APP mantiene una deuda cercana a 20 millones de soles con Acuña, sus hijos, su ex cuñado y la Universidad César Vallejo (UCV), todos vinculados directamente al fundador. Estas sumas aparecen como préstamos catalogados en las categorías de “créditos corrientes y no corrientes”.
Especialistas en derecho electoral advirtieron, en diálogo con el dominical, que esta modalidad facilita eludir los límites legales para el financiamiento de partidos, dado que los préstamos no enfrentan las mismas restricciones que los aportes tradicionales. Existe además la posibilidad de que la devolución de esas obligaciones se realice con recursos públicos, si se clasifican como gastos ordinarios partidarios.
No obstante, durante una conferencia de prensa, Acuña afirmó que “no es malo que un fundador o un grupo de personas puedan aportar o puedan prestar para que el partido se mantenga vigente”, ya que “el dinero aportado es lícito” y “producto de trabajo de muchos años”.
También aseguró que los fondos otorgados a su partido cumplen con la legalidad y son transparentes.


