La conocida modelo y presentadora Tilsa Lozano retorna al set de “El Valor de la Verdad” después de más de diez años, con un temple renovado. En su reencuentro con el famoso sillón rojo, la exintegrante de Las Vengadoras se prepara para relatar vivencias que, hasta hoy, había mantenido en reserva.
Su participación no solo revivirá episodios ya conocidos, sino que también aportará detalles inéditos sobre sus relaciones, su maternidad y sus experiencias con el amor, el sufrimiento y la superación.
Con voz segura, Tilsa Lozano anticipó que llega a esta nueva cita con el poligráfico más firme que nunca. “Llego mejor preparada que la ocasión anterior”, enfatizó al dirigirse a los medios en la antesala de la grabación. La conductora dejó claro que, lejos de inquietarse, siente que quienes realmente deberían preocuparse son quienes formaron parte de su historia. “No estoy nerviosa. Los que deben inquietarse son ustedes”, remarcó con determinación.
Vuelve el sillón rojo

En los avances difundidos, puede observarse a Tilsa Lozano dominada por la emoción al retomar su lugar en el sillón rojo, un espacio donde ya había generado titulares años antes. Esta vez, la conductora de televisión está lista para levantar el velo sobre capítulos jamás revelados, dispuesta a exponer sucesos que marcaron su vida y que, hasta ahora, solo ella conocía.
El programa conducido por Beto Ortiz muestra a una Tilsa auténtica, capaz de abordar temas complejos con franqueza. Las imágenes reflejan momentos en los que revive experiencias cargadas de dolor, incluyendo episodios delicados vinculados a la violencia en sus relaciones sentimentales y traiciones que la condujeron a profundas decepciones. “Tengo cosas por contar”, expresó, adelantando que su testimonio aportará elementos inéditos al debate mediático.
Confesiones, amor y vulnerabilidad

Durante la grabación, Lozano revela episodios cruciales de su vida afectiva. Al referirse a su vínculo con Juan Manuel ‘El Loco’ Vargas, la exmodelo admite que esa relación la dejó marcada de manera indeleble. “Sí lo amé, me comprometí de verdad y entregué todo de mí. El dolor por lo que ocurrió fue inmenso”, afirmó mientras contemplaba imágenes que traían al presente aquellos años.
En el mismo espacio, la presentadora no duda en abrirse sobre su matrimonio y la posterior separación de Jackson Mora. Entre lágrimas, narra una vivencia de violencia: “Me arrastró por el cabello, me despojó de la ropa y me golpeó brutalmente. Sentí que no soportaría más”, relató en una de las frases más desoladoras de la emisión, evidenciando la gravedad de los episodios vividos. Su testimonio conmueve por la sinceridad con la que enfrenta recuerdos dolorosos y por la fuerza al compartirlos en televisión nacional.
“Siempre soñé con tener una familia, era mi deseo, algo por lo que luché mucho”, manifestó cuando el tema de sus proyectos personales surgió en la conversación. Lejos de maquillar la realidad, Lozano responsabiliza sus vivencias en parte a su falta de tino para elegir a sus parejas, pero no reniega de haber intentado alcanzar sus ilusiones. “Creo que tengo un radar deficiente para escoger parejas”, reconoció con franqueza.
Promesas y mentiras

La expectativa crece ante la promesa de nuevas revelaciones de Tilsa Lozano en la pantalla, ya que el programa enfatiza que no todas las historias están destinadas a salir a la luz, y que temas largamente ocultos finalmente quedarán expuestos. El adelanto deja entrever una entrevista intensa, “incómoda e irreversible”, en la que no se esquivarán preguntas ni se ocultarán matices de los sucesos narrados.
La propia Lozano sugiere que, en esta etapa, ha recuperado la seguridad para enfrentar su verdad sin titubeos. Desde su regreso al escenario mediático tras convertirse en madre, afirma que sus prioridades y perspectivas cambiaron. Ahora, al repasar su paso por relaciones complejas y una reciente separación, asume con entereza los desafíos del pasado.
Su presencia en “El Valor de la Verdad” desata especulaciones sobre el contenido de sus respuestas y sobre posibles revelaciones acerca de material comprometedor vinculado a sus exparejas. Sin perder la compostura, Tilsa muestra determinación al abordar circunstancias en las que se sintió privada de respaldo y comprensión, calificando algunas experiencias de traición como “tremendas”.



