
La piel es el órgano más extenso del cuerpo y actúa como barrera protectora frente a agentes externos. Cuidarla no solo significa mantener una apariencia saludable, sino prevenir enfermedades graves como el cáncer de piel. En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) ha alertado sobre el importante aumento de casos: entre 2021 y 2023 se registraron 3.525 nuevos diagnósticos.
Debido a esto, tanto el Minsa como el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomiendan adoptar hábitos de protección solar (uso de bloqueador solar, ropa adecuada, evitar exposición entre las 10 a. m. y 3 p. m.) y realizar chequeos periódicos. En ese contexto, conocer los síntomas tempranos del cáncer de piel se vuelve esencial: detectar cambios a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento eficaz y graves complicaciones.
Estos son los 10 principales síntomas del cáncer de piel
- Aparición de un nuevo bulto, lunar o mancha en la piel que no existía antes. Las lesiones pueden presentarse como protuberancias, manchas planas o parches.
- Cambios en un lunar o marca preexistente: cambio de tamaño, forma, color, textura o simetría.
- Lesiones o heridas que no sanan o que cicatrizan y reaparecen: una llaga que persiste o que vuelve tras sanar debe considerarse una señal de alerta.
- Parches escamosos, ásperos o rojizos en la piel, que podrían crecer con el tiempo. Este tipo de mancha puede indicar tipos de cáncer cutáneo como carcinoma de células escamosas.
- Bultos de aspecto perlado, traslúcido o brilloso, especialmente en zonas expuestas al sol (cara, cuello, manos). En personas de piel clara pueden ser rosados o del color de la piel; en piel más oscura, marrones u oscuros.
- Lesiones oscuras (marrones, negras o con tonos azulados) o lunares con manchas oscuras que se expanden o cambian con el tiempo. Este signo suele asociarse al tipo más agresivo: el melanoma.
- Zonas que sangran, costras o ampollas recurrentes en la piel, incluso sin un golpe o trauma previo.
- Picazón, dolor, ardor o sensibilidad en una lesión cutánea nueva o previa: a veces el cáncer de piel puede provocar molestias antes de producir cambios visibles.
- Lesiones similares a cicatrices (blancas o cerosas, sin bordes definidos) que aparecen en zonas de la piel y crecen lentamente.
- Crecimiento rápido o evolución visible: cualquier mancha, lunar o protuberancia que en semanas o meses cambie notablemente merece una evaluación médica.

Ante cualquiera de estos signos, incluso si parece leve, los especialistas recomiendan consultar con un dermatólogo, ya que la detección temprana puede mejorar muchísimo las posibilidades de tratamiento.
Factores de riesgo del cáncer de piel
Varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer cutáneo, entre ellos:
- Exposición prolongada o frecuente a la radiación ultravioleta (UV) del sol, especialmente sin protección. Este es el factor de riesgo más importante.
- Antecedente de quemaduras solares graves, sobre todo si ocurrieron en la infancia o juventud.
- Piel clara, ojos claros, cabello rubio o pelirrojo, tendencia a quemarse fácilmente: características que aumentan la vulnerabilidad frente a la radiación.
- Alta cantidad de lunares o lunares atípicos (nevos displásicos). Estas marcas predisponen al desarrollo del melanoma.
- Antecedentes personales o familiares de cáncer de piel. Las personas que ya han tenido la enfermedad o con familiares afectados están en mayor riesgo.
- Sistema inmunitario debilitado por tratamientos, enfermedades o inmunosupresión, lo que reduce la capacidad natural del cuerpo para reparar el daño celular.
- Exposición a fuentes artificiales de radiación UV, como camas solares o lámparas de bronceado.
Cómo el cáncer de piel afecta la salud

El cáncer de piel puede tener consecuencias graves si no se detecta y trata a tiempo. En casos de los tipos más frecuentes (como el carcinoma de células basales o el carcinoma de células escamosas), la enfermedad puede destruir tejido de la piel, incluso penetrar estructuras más profundas, y causar desfiguración, pérdida de funciones en ojos, nariz, orejas, labios, entre otros.
El melanoma, aunque menos frecuente, es el tipo de cáncer de piel más agresivo: puede invadir rápidamente ganglios y órganos internos, lo que lo hace potencialmente mortal. Además de los riesgos físicos, el diagnóstico suele generar un gran impacto emocional: ansiedad, temor, estrés, e incluso conductas de aislamiento social.
En el contexto del Perú, donde la radiación solar es elevada y la exposición al sol durante muchas horas (por trabajo, transporte, actividades al aire libre) es frecuente, el cáncer de piel representa un problema creciente. Por ello, las campañas de prevención del Minsa y EsSalud insisten en la protección cotidiana de la piel: uso de bloqueador solar con alto factor, ropa que cubra la piel, sombrero, lentes de sol y evitar el sol fuerte de mediodía.



