
La posibilidad de ver nieve en Lima es un mito sin sustento científico. La capital peruana, reconocida por su clima húmedo y la constante presencia de niebla, permanece ajena a las experiencias invernales que viven otros países sudamericanos. Expertos coinciden en que no existen condiciones para que se produzcan nevadas en esta región costera del Perú.
El doctor en Ciencias de la Tierra y exjefe del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), Patricio Valderrama-Murillo, explicó en una pasada exposición para TED Talks que “no va a caer nieve en Lima. Nunca ha caído y nunca va a caer ”.
De acuerdo con sus declaraciones, la certeza proviene del conocimiento preciso sobre los patrones climáticos de la ciudad.

Lima, situada en la costa central del Perú, presenta un clima desértico y templado con una elevada humedad, lo que la diferencia radicalmente de otras ciudades donde la nieve es común.
Corriente de Humboldt
Según diversos informes, la corriente de Humboldt cumple un rol determinante en la estabilidad atmosférica limeña. Esta corriente enfría las aguas del océano Pacífico frente a la costa, lo que favorece la formación de la neblina característica conocida localmente como “garúa”.
La corriente de Humboldt, además de enfriar el mar, mantiene una atmósfera estable, fenómeno que reduce la convección necesaria para el desarrollo de tormentas de nieve.

Esta condición se suma a la llamada subsidencia atmosférica, que consiste en el descenso de aire, un proceso que limita aún más la posibilidad de precipitaciones sólidas, según expertos.
“Podemos tener el conocimiento y la certeza de cuándo y dónde pueden ocurrir ciertos fenómenos naturales. Entonces, podemos afirmar que no habrá nieve sobre Lima”, enfatizó Valderrama-Murillo.
En el caso particular de la nieve, se requieren temperaturas lo suficientemente bajas tanto en las nubes como en el suelo para que los cristales de hielo lleguen intactos y se acumulen.
Lima, pese a su alta humedad, no alcanza valores cercanos a 0℃, ni siquiera en sus inviernos más fríos. Por eso, en períodos de mayor humedad el fenómeno más habitual consiste en la formación de nieblas densas, pero nunca en precipitaciones de nieve.

Otra razón crítica para la ausencia de nieve tiene que ver con la ubicación geográfica de la capital peruana. Mientras que las nevadas en el país se registran a menudo en zonas de la sierra y en altitudes superiores a los tres mil metros sobre el nivel del mar, Lima se encuentra apenas a nivel del mar.
Esta distancia respecto a zonas de mayor elevación impide que se desarrollen las condiciones térmicas y atmosféricas propias de climas nivosos.
Como referencia al debate sobre fenómenos climáticos en la región, Valderrama-Murillo advirtió la importancia de recurrir a la ciencia para desmentir creencias populares. “Gracias a nuestra ciencia y tecnología, podemos tener el conocimiento y la certeza de cuándo y dónde pueden ocurrir ciertos fenómenos naturales”.

Qué requiere el proceso de la nieve
El proceso físico de la nieve demanda una combinación de bajas temperaturas y condiciones atmosféricas específicas. Para que la nieve logre formarse y llegar al suelo sin derretirse, las temperaturas deben mantenerse constantemente bajas, tanto en altura como en superficie.
En Lima, el predominio de temperaturas templadas y la elevada humedad evitan persistentemente que estas condiciones se reúnan.
El sistema climático limeño es resultado de la interacción de factores naturales únicos en la costa peruana. A pesar del clima húmedo y las frecuentes neblinas del invierno austral, la ciudad nunca ha registrado una nevada en su historia documentada.



