
Lima está de fiesta. La capital peruana vivió una jornada intensa con la llegada masiva de hinchas del Flamengo, que tomaron parques, centros comerciales y avenidas en la previa de la final de la Copa Libertadores. Desde las primeras horas del día, los aficionados rojinegros coparon los distritos limeños de Miraflores, Barranco y otros puntos turísticos, creando un ambiente de celebración permanente que acompañará al equipo brasileño hasta el pitazo inicial en el estadio Monumental.
La jornada comenzó con cánticos, banderas gigantes y caravanas que avanzaban por las calles sin importar el tráfico. Familias enteras viajaron desde distintas regiones de Brasil para alentar al “Mengão”, mientras grupos de amigos llenaban cada espacio disponible para bailar y cantar los himnos del club. La llegada de miles de turistas cambió por completo la rutina limeña, especialmente en zonas cercanas a hoteles, restaurantes y centros comerciales.
En medio del entusiasmo, también hubo llamados de atención. En el pasaje San Ramón, conocido como la Calle de las Pizzas, la Municipalidad de Miraflores decidió cerrar temporalmente el acceso para evitar el consumo de alcohol en la vía pública y posibles destrozos. La medida respondió a denuncias de vecinos que cuestionaron la permisividad mostrada ante el desborde de hinchas durante la noche.

Parques, malls y malecones repletos de seguidores rojinegros
El parque María Reiche, el malecón de Miraflores, Larcomar y la propia Calle de las Pizzas se convirtieron en los principales puntos de reunión de los hinchas del Flamengo. Los cánticos se escucharon de forma incesante y los comercios quedaron sobrepasados por la llegada de turistas con camisetas, banderas y pañuelos rojinegros.
Los centros comerciales también vivieron la fiesta. En Larcomar, los aficionados ocuparon terrazas y escaleras mientras cantaban y tocaban tambores, generando un ambiente que sorprendió a los limeños. La misma imagen se repitió en parques y avenidas, donde los visitantes se organizaban para caravanas y encuentros antes del banderazo oficial.
Al mismo tiempo, los hinchas del Palmeiras se concentraron en Barranco y San Isidro, formando su propio espacio de apoyo. Aunque la convivencia fue mayormente pacífica, se reportaron incidentes aislados y quejas vecinales por consumo de alcohol en la vía pública. En respuesta, la Policía y las municipalidades reforzaron la seguridad en las zonas de mayor concurrencia.

El banderazo del Flamengo y una ciudad que ya vive la final
Más de 4.000 hinchas del Flamengo se reunieron en el parque María Reiche, frente al mar, para realizar el tradicional banderazo y liberar la tensión previa a la final. Con banderas, tambores y bengalas, la multitud alentó sin descanso al equipo.
“El Flamengo tiene la hinchada más grande del mundo. Ver esto me emociona mucho. Quiero que empiece el partido ya”, declaró un aficionado a Canal N. Otra seguidora añadió: “El espectáculo es hermoso. Estoy muy feliz y Lima es muy bella. Ojalá el ‘Mengão’ campeone aquí”.
La fiesta tuvo un breve momento de tensión cuando un bus turístico con hinchas del Palmeiras pasó por la zona. Según imágenes de DirecTv, ambos grupos se lanzaron botellas y pirotecnia pese a la presencia de niños. El bus siguió su camino y la celebración retomó su ritmo habitual.
Mientras tanto, miles de aficionados continúan llegando por vía aérea, terrestre y fluvial. Todos comparten el mismo sueño: acompañar al Flamengo en la búsqueda de un nuevo título continental.



