
La Sala Penal del Poder Judicial condenó al expresidente Pedro Castillo a 11 años, 5 meses y 15 días de prisión por el delito de conspiración para la rebelión. A casi tres años del fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022, la justicia dio a conocer nuevos detalles sobre cómo se orquestó el intento de quiebre institucional y el rol que desempeñó cada uno de los implicados.
Junto a Castillo también fueron sentenciados sus exministros Betssy Chávez, Willy Huerta y Aníbal Torres. Los dos primeros recibieron la misma pena que el exmandatario, mientras que Torres Vásquez fue condenado a seis años, pena reducida debido a su avanzada edad, aunque el tribunal subrayó que, pese a no integrar el gabinete, era uno de los colaboradores más influyentes del expresidente.

Durante la lectura del adelanto de fallo, el tribunal aportó nuevos elementos sobre lo ocurrido inmediatamente después de que Castillo Terrones leyera el mensaje a la Nación. Aunque confirmó que tanto Betssy Chávez como Aníbal Torres conocían y respaldaban el contenido del documento, determinó que el papel del exministro del Interior, Willy Huerta, fue determinante en la ejecución del plan.
Según la Sala, Huerta Olivos prestó su teléfono celular al entonces jefe de Estado para que contactara al comandante general de la Policía Nacional, Raúl Alfaro Alvarado. Aunque Huerta sostuvo que desconocía el propósito de la comunicación, lo revelado en la audiencia permitió reconstruir el objetivo real de la llamada.
¿Qué le ordenó Pedro Castillo al Gral. Raúl Alfaro?
El tribunal concluyó que, mediante esa llamada, Castillo Terrones ordenó al general Alfaro cerrar el Congreso de la República, detener a la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y reforzar la seguridad en la casa de sus padres, así como en los domicilios de Betssy Chávez y Aníbal Torres. Esta versión se basa en el testimonio del propio Alfaro, quien también era procesado por rebelión, pero que finalmente fue absuelto.

El caso de Willy Huerta, en cambio, es más complejo. Aunque él alegó desconocer el contenido del mensaje que Castillo leyó el 7 de diciembre, el tribunal sostuvo que sí formó parte del intento de golpe porque estuvo presente durante la lectura del pronunciamiento y facilitó la comunicación clave con la comandancia policial. Según su defensa, la sentencia es injusta y será apelada. Huerta escuchó la decisión judicial de manera virtual.
Cómo se elaboró el mensaje del fallido golpe
Uno de los aspectos más relevantes expuestos por la Sala fue la reconstrucción de la autoría del mensaje a la Nación. Los magistrados señalaron que no fue un pronunciamiento improvisado ni un acto político aislado, sino el documento con el que se formalizó la ruptura del orden constitucional.
Aunque Pedro Castillo aseguró en su alegato final que él redactó el discurso por cuenta propia, el tribunal estableció que el texto fue producto de una coordinación directa entre él y Aníbal Torres. El análisis del contenido permitió identificar frases que coincidían con pronunciamientos previos de Torres, lo que corroboró su participación en la redacción.
La Sala también concluyó que Torres y Betssy Chávez no solo conocían el texto con anticipación, sino que lo respaldaron plenamente. Para los jueces, el comportamiento de ambos tras la lectura —incluido el gesto que compartieron con Castillo al finalizar el mensaje— constituyó un indicio claro de que asumían como propia la decisión anunciada.



