
El caso contra el expresidente Martín Vizcarra entró en su etapa más crítica. A pocos días de la lectura de sentencia por los presuntos sobornos en los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua, la defensa técnica del exmandatario ha radicalizado su posición, deslegitimando la totalidad del proceso fiscal y judicial.
En entrevista con Infobae Perú, el abogado Erwin Siccha, a cargo de la defensa del expresidente, aseguró que existen pruebas directas que desbaratan la versión de los colaboradores eficaces, al tiempo que lanzó una grave acusación de manipulación procesal contra la Fiscalía por presunto “blindaje” a terceros.
— La mayoría de expertos señalan que la sentencia va a ser condenatoria. ¿Usted comparte ese diagnóstico?
No quiero desmerecer los conocimientos de una serie de profesionales, pero su experticia solo podría ser convalidada si tuviesen conocimiento del expediente judicial, lo que no tienen. Nosotros estamos convencidos de que la imputación del Ministerio Público siempre fue fácticamente endeble y jurídicamente insostenible.
— La Fiscalía se sostiene en la contundencia de la prueba corroborada y los colaboradores eficaces. ¿Cómo desvirtúan eso?
Esto es una apreciación muy superficial. Nosotros no solo hemos descalificado a los colaboradores, sino que existen pruebas directas que acreditan que han mentido. En el caso Lomas de Ilo, donde hay un solo colaborador, el señor Elard Tejeda que afirma haberse reunido en Lima en noviembre de 2013, nosotros hemos presentado reportes periodísticos, testimonios y documentos públicos que prueban que el señor Martín Vizcarra se encontraba en Moquegua. ¿Ellos han podido presentar alguna prueba que corrobore esa información? No, ninguna. No existe prueba directa que corrobore su versión. Si se prueba que Vizcarra estuvo en Moquegua, ¿cómo se puede decir que esa persona no ha mentido?

— ¿Cuál es el argumento clave en el caso Hospital de Moquegua respecto a la capacidad de Vizcarra para condicionar licitaciones?
En el Hospital de Moquegua se le atribuye condicionar la suscripción de un contrato. Sin embargo, desde el año 2011, mi patrocinado ya había delegado esa competencia a la Gerencia General y, posteriormente, a la Dirección General de Administración, cuya directora suscribió el contrato. La pregunta jurídica es: ¿Cómo se puede condicionar la suscripción de un contrato que no podías ejercer porque estaba delegado previamente? Eso no tiene el menor sentido jurídico.
— El expresidente Vizcarra ha mencionado un presunto blindaje del Club de la Construcción por parte de la Fiscalía a cambio de su incriminación. ¿Hay pruebas al respecto?
Totalmente. Por ejemplo, al señor Hernández Calderón, por los mismos hechos que se le atribuyen a Martín Vizcarra del supuesto condicionamiento en noviembre de 2013, la Fiscalía consideró el delito de colusión simple y declaró prescrita la acción penal. Para el señor Martín Vizcarra le cambian el tipo penal a cohecho pasivo propio. ¿Dónde estamos? Para beneficiar a uno, lo consideran colusión simple, y para el otro, para el enemigo, cohecho pasivo propio. Hay una línea de investigación muy interesante sobre la labor del fiscal Juárez Atoche en este caso.
— La Fiscalía solicitó la ejecución inmediata de la sentencia. ¿Cree que el riesgo de fuga se justifica?
El señor Martín Vizcarra ha pasado por todo: impedimento de salida, caución, comparecencia restrictiva, prisión preventiva. Desde 2020 se sostiene que iba a fugar. Cuando formularon la prisión preventiva en 2021, su prognosis de pena era treinta años y no se fugó. El comportamiento procesal de Martín Vizcarra ha sido intachable. No debería corresponder una ejecución inmediata. Nosotros estamos confiados y esperamos que la sentencia se tome con independencia de los poderes que actualmente gobiernan nuestro país.
— En el hipotético caso de una sentencia condenatoria, ¿en qué se centraría una apelación, en vicios procesales o en la valoración de la prueba?
Se centraría en todo. Más allá de que debería corresponder una absolución, ha habido muchísimas irregularidades. Se ha procesado a Vizcarra dos veces por los mismos hechos, se excluyó a colaboradores eficaces sin tener sentencia de aprobación, y se le ocultó información. Pero más allá de lo procesal, la prueba es falsa. Los colaboradores en el caso Moquegua se contradicen, tienen versiones de oídas, y dan lapsos de tiempo absurdos: “Lo entregué entre el 2014 y el 2015”. Es una prueba diabólica. Lo único que nosotros pedimos siempre es razonabilidad.

— En caso de absolución, ¿tomarán acciones legales contra los colaboradores eficaces?
Sí, indistintamente de la decisión que asuma el juzgado, nosotros vamos a tomar acciones respecto a los colaboradores eficaces. Que no quepa la menor duda. Estamos enfocados ahora en el juicio oral, pero luego asumiremos todas las acciones posibles para castigar a los culpables.



