
El presidente José Jerí marcó distancia frente a la posibilidad de legalizar el aborto en el Perú. Durante una entrevista en el programa El valor de la verdad, el mandatario explicó que su posición responde a la formación religiosa que recibió, la cual —según dijo— ha influido de manera directa en su manera de entender el tema. Jerí se describió como una persona “a favor del concebido” y remarcó que, en líneas generales, no está dispuesto a respaldar la interrupción del embarazo.
En la conversación, el jefe de Estado enfatizó que solo aceptaría evaluar la interrupción del embarazo bajo circunstancias muy específicas, aunque evitó precisar cuáles serían esas situaciones. “Hay excepcionalidades muy puntuales que pueden considerarse para reflexionar. Pero yo defiendo la vida del concebido, del que está por nacer”, afirmó.
Con esta declaración, Jerí mantuvo su cercanía a posturas conservadoras que se han manifestado en otros momentos de su trayectoria pública. La controversia por sus declaraciones se produce en un país donde el aborto sigue siendo un tema altamente polarizado y donde las cifras de embarazos adolescentes colocan más presión sobre la discusión pública.

El embarazo adolescente
Mientras el debate sobre el aborto continúa, las cifras de embarazo adolescente en el Perú reflejan un panorama preocupante. Entre enero y julio de 2025, 18.184 niñas y adolescentes menores de 19 años se convirtieron en madres, según datos del Certificado de Nacido Vivo del Ministerio de Salud. La problemática es aún más evidente en las zonas rurales, donde se registraron 8.631 casos, un número que muestra cómo la falta de acceso a servicios de salud, educación sexual y acompañamiento especializado afecta con mayor fuerza a las adolescentes fuera de las grandes ciudades.
Los datos del 2024 también revelan un riesgo significativo para la salud de estas menores. Ese año se contabilizaron 244 muertes maternas, de las cuales 14,4% correspondieron a niñas y adolescentes, lo que evidencia que muchas enfrentan maternidades tempranas en condiciones adversas, con limitaciones médicas y sin redes de apoyo adecuadas.
Este escenario plantea preguntas difíciles para cualquier gobierno, especialmente en un contexto donde miles de adolescentes quedan expuestas a embarazos no deseados y, en algunos casos, a situaciones de violencia o abuso que derivan en maternidades forzadas.
Unión civil: apoyo con límites marcados
En contraste con su postura sobre el aborto, José Jerí sí expresó su respaldo a la unión civil entre personas del mismo sexo. El presidente señaló que respeta la forma en que cada persona decide vivir su sexualidad y recordó que, en ocasiones anteriores, ya había manifestado su apoyo a este derecho. “Yo respeto mucho la elección de cada persona respecto a su sexualidad. En algún momento he dicho y sustentado que estoy a favor de la unión civil. Tengo una base religiosa, pero no puedo ser ajeno a cómo las personas quieren expresar sus afectos”, indicó.

Sin embargo, su respaldo no es total. Jerí también explicó que no respaldaría que las parejas del mismo sexo puedan adoptar niños. Para él, el “interés del niño” debe ser prioritario, y considera que una eventual aprobación de la adopción podría abrir la puerta a otras medidas con las que no está de acuerdo. “Hay también excesos que podrían generar temores. Por ejemplo, la relación con los niños que pudiesen adoptar. Existía la posibilidad de que, si se aprobaba una medida de este tipo, se autorizaran otras adicionales”, comentó.
Incluso reveló que ya había conversado el tema con el congresista Alejandro Cavero, a quien le expresó su respaldo a la unión civil, pero dejando claro que no apoyaría la adopción por parte de parejas homosexuales.



