
La aprobación de la nueva TUUA de transferencia en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez continúa generando reacciones en el sector aéreo. Menos de 24 horas después del anuncio del Ositrán, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) confirmó que impugnará las tarifas fijadas para los pasajeros que hacen escala en Lima, argumentando que el cobro generará un impacto directo sobre la conectividad y el costo final de los viajes. La controversia se suma a las recientes cancelaciones de rutas internacionales anunciadas por distintas compañías debido a este nuevo esquema tarifario.
El regulador confirmó anoche que aprobó la Tarifa Unificada de Uso de Aeropuerto específica para pasajeros en conexión, fijando en US$ 10,05 el cobro para transferencias internacionales y US$ 6,32 para transferencias nacionales. Aunque el acto administrativo todavía no ha sido publicado, la cifra es casi idéntica a la propuesta inicial difundida meses atrás. El gremio de aerolíneas asegura que esta decisión podría incrementar el costo de los boletos y afectar la competitividad del hub aéreo en la región.
Gremio de aerolíneas cuestiona metodología y advierte perjuicio al pasajero
A través de un comunicado, las aerolíneas indicaron que no están de acuerdo con los montos aprobados y que recurrirán a los mecanismos legales disponibles para revertirlos. Señalan que, sin un documento oficial ni la metodología completa, resulta imposible evaluar si los cálculos realizados por el Ositrán responden a los parámetros técnicos adecuados. Sin embargo, consideran que la similitud con la propuesta inicial es una señal de que no se revisaron los cuestionamientos planteados previamente por el sector.
El gremio recordó que los principales hubs aeroportuarios de la región no cobran TUUA de transferencia, como es el caso de Bogotá y Ciudad de Panamá, dos de los competidores directos de Lima para la conexión internacional. Incluso mencionaron que, cuando se evaluó aplicar un cobro similar en uno de estos aeropuertos, el propio concesionario se opuso por temor a perder competitividad. Actualmente, solo São Paulo-Guarulhos tiene un cargo comparable, pero de apenas US$ 2,49, una cifra tres veces menor que la aprobada para el Jorge Chávez.
Otro punto observado es la falta de verificación sobre los valores de inversión declarados por Lima Airport Partners (LAP) para justificar las tarifas. El gremio sostiene que estos montos no habrían sido fiscalizados antes de ser asumidos por el regulador, algo que podría influir en el cálculo final. También alertan que aún no está claro si los servicios incluidos en la nueva TUUA ya están contemplados dentro de la TUUA de salida, que actualmente pagan los pasajeros que embarcan desde Lima.
El gremio informó también que este martes sostendrá una reunión con el presidente José Jerí para exponer sus preocupaciones y solicitar que el Ejecutivo pueda liderar una solución que resguarde a los pasajeros, la competitividad del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y el desarrollo del turismo en un momento clave del año.
Advertencias sobre el impacto en el turismo y las operaciones en plena temporada alta

Las aerolíneas también enfatizaron que el cobro afectaría no solo a los usuarios, sino a toda la cadena turística nacional. Aseguran que una TUUA de transferencia más cara desincentivará la elección de Lima como punto de conexión, reduciendo la demanda en rutas internacionales que dependen de la afluencia de pasajeros en tránsito. Según el gremio, esto coincide con las advertencias del Mincetur, que ha señalado que un menor flujo de conexiones podría comprometer la disponibilidad de destinos que hoy se mantienen justamente por el rol estratégico del aeropuerto.
La controversia se agrava por la intención de LAP de empezar a cobrar la TUUA internacional de transferencia el 7 de diciembre, utilizando casetas, pagos con tarjeta y plataformas digitales. El gremio afirma que existía una mesa de diálogo para incorporar este cobro directamente en el boleto aéreo, pero que el concesionario se retiró al no querer asumir costos financieros ni administrativos del proceso, pese a que la recaudación sería para la empresa. Para las aerolíneas, esto trasladaría la responsabilidad al pasajero y generaría confusión en un momento de alto tráfico.
A ello se suma la extensión del plazo de mantenimiento de la pista de aterrizaje del aeropuerto, anunciada recientemente por LAP, que según las aerolíneas podría tensionar aún más las operaciones en un mes marcado por viajes familiares, festividades y una mayor demanda de vuelos internacionales. Señalan que los propios actos del concesionario podrían perjudicar la experiencia de los usuarios del principal terminal aéreo del país.


