La noche del 23 de noviembre, en una emisión especial de ‘El Valor de la Verdad’, Beto Ortiz entrevistó al presidente José Jerí, quien asumió el cargo de manera interina tras la profunda crisis que precipitó un proceso exprés de remoción presidencial, apenas seis meses antes de las próximas elecciones generales.
En un país convulsionado por decisiones urgentes, tensiones políticas y una ciudadanía en búsqueda de señales de estabilidad, esta conversación buscó revelar no solo el pensamiento del mandatario, sino a la persona detrás del cargo repentino que hoy ocupa. El encuentro tuvo lugar en el salón Túpac Amaru del Palacio de Gobierno, donde Jerí aceptó hablar sobre su identidad, sus costumbres, su vida personal y el contraste permanente entre su rol institucional y la exposición mediática.
Ortiz abrió la primera entrevista del mandatario no elegido por el pueblo, mencionando la multiplicidad de facetas en las que el presidente ha sido visto desde que asumió la función: bombero voluntario, rescatador de animales, devoto cargador del Señor de los Milagros, figura cercana a la población e incluso protagonista constante de videos en redes sociales.

¿Presidente o influencer?
La intención era clara: preguntarle directamente si es posible, en una etapa de crisis nacional, gobernar mientras se mantiene una presencia tan activa en plataformas como TikTok. Jerí respondió sin defensiva, afirmando que todo lo que se ve es real y parte de quién ha sido siempre: “Si quieren seguirme, síganme como soy, con mis virtudes y defectos. No me pidan algo posado ni cuadriculado”.
Explicó que nunca ha sido alguien que exhibiera su vida personal, pero entendió que la transparencia ayuda a humanizar la política. Agregó que su vínculo con los animales no nació en tiempos de exposición, sino hace más de veinte años, cuando tuvo su primera mascota, y que su devoción religiosa y su participación en actividades de ayuda social vienen de una historia larga y auténtica. “No es del momento. Es consecuencia de mi formación”, insistió.
Ortiz le preguntó si era tímido. Jerí aseguró que sí, aunque no lo parezca. “Tengo momentos de timidez que solo quienes me observan con atención pueden notar”, confesó. Le recordó el caso del gatito que cayó por un acantilado en Larcomar. El mandatario reafirmó que jamás cambiará su manera de actuar: “Esto no viene del cargo ni es para cámaras. Siempre he sido así”.
“Algunos me dicen que debería centrar solamente mis energías en lo que es prioritario, pero cuando asumí la responsabilidad de presidir el Congreso, yo les advertí en un modo amical a quienes, me comentaban que debería evaluarlo, de que yo no voy a dejar de ser como soy y como siempre he sido por el cargo. Yo voy a ser en este momento, y lo propio sucede ahora, siempre me he dado mis tiempos para hacer ello. Así como, eh, vieron algunas épocas antiguas en redes sociales mías, quien puede también haber visto eso, se da cuenta de que lo que hago ahora lo he hecho siempre”, acotó.
“No viene ahora del momento o de querer hacer click con la población de una manera fingida. Es genuinamente José Jerí. Siempre lo he hecho. Producto de ello es que cuando rescaté a las tres perritas fue un tema plenamente genuino. Uno decía: «No, es armado». Pero...Si alguien me analiza en el tiempo, se da cuenta de que siempre he sido así. Y ahí están las redes sociales como muestra, como ejemplo o como, como historia", mencionó.

Su cambio físico
Uno de los momentos más comentados de la entrevista llegó cuando Ortiz mencionó el evidente cambio físico del presidente y le preguntó si se sometió a una cirugía bariátrica. Jerí no confirmó directamente, pero explicó que realizó “diferentes procedimientos” para evitar la diabetes, una condición presente en su familia. Señaló que prefirió actuar de forma preventiva antes que encontrarse obligado a tomar decisiones radicales para salvar su vida. “He sido feliz con mis hábitos, pero llega un punto en el que la salud te obliga a pensar en el futuro”, expresó.
“Decidí hacer lo que tenía que hacer, diferentes procedimientos, justamente para poder evitar estar en una situación en que me vea obligado a tomar medidas radicales para salvar mi vida o para tener una calidad de vida. Entonces, digo, prefiero tomar yo la decisión controlada a, a tener que verme obligado a tomar una decisión, porque ya no me queda otra. Es distinto. Y yo caminé en ese sentido, ¿no? Y todas las cosas que he hecho en mi vida, que me he demorado algunas, eh, pero las he tomado bajo ese criterio", acotó.




