
Jessica Helen Yanarico Mamani, madre de 38 años natural de Rosas Pata, Huancané, en Puno, enfrentó el riesgo de perder su pierna tras ser diagnosticada con un melanoma acral. En un centro médico previo le informaron que la única alternativa era la amputación, pero su historia dio un giro decisivo en el Hospital III Base Puno de Essalud cuando, gracias a la intervención del cirujano oncólogo Marco Antonio Quispe, se salvó la extremidad y su calidad de vida.
El doctor Quispe realizó una evaluación rigurosa y, mediante una biopsia, confirmó la diseminación tumoral en el primer dedo del pie derecho. Contrario al pronóstico inicial, diseñó una estrategia quirúrgica menos invasiva que permitió extirpar únicamente el dedo afectado y los ganglios comprometidos, preservando buena parte de la pierna.
“Lo que comenzó como un lunar en mi dedo creció rápido hasta convertirse en un tumor. Estaba muy asustada, pero el doctor Quispe y el equipo me dieron confianza. La operación fue un éxito y ahora me siento más tranquila, sabiendo que el cáncer ya no está avanzando”, relató Jessica tras su recuperación, actualmente respaldada por inmunoterapia y estricta vigilancia oncológica.
Quispe subrayó que el melanoma acral es una variante agresiva de cáncer de piel, frecuente en palmas, plantas y áreas bajo las uñas, que suele detectarse tarde por su localización poco evidente. “Con diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, es posible lograr resultados satisfactorios. Este caso demuestra el impacto que puede tener una evaluación oportuna”, puntualizó el especialista. Además de salvar la movilidad de la paciente, la intervención preservó su autonomía y su capacidad para cuidar de su familia.

El valor de la detección temprana
Los especialistas señalan la importancia de prestar atención a síntomas como manchas, masas o lunares que cambian de aspecto. “El cáncer no debe ser motivo de miedo: la prevención y el diagnóstico precoz son herramientas clave para una mejor recuperación”, indicó Quispe. Instó a la población a consultar siempre ante lesiones dudosas, apoyándose en la evidencia de que una detección a tiempo facilita tratamientos menos invasivos y mejora el pronóstico.
Fotoprotección y autocuidado: la clave para prevenir
La prevención del cáncer de piel se basa en minimizar la exposición a los rayos UV y en el autocuidado. Especialistas recomiendan evitar el sol directo entre las 10:00 y 16:00 horas, usar protector solar de amplio espectro (FPS 30 o más), reaplicarlo cada dos horas, vestir ropa que cubra bien, sombreros de ala ancha y lentes con filtro UV. Evitar cabinas y lámparas solares es otra medida fundamental, al igual que revisar la piel con regularidad y fortalecer el sistema inmunológico con una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales.
Diez medidas clave de protección
- No recurrir a cabinas ni lámparas solares.
- Revisar la piel de manera periódica.
- Evitar el sol en horas pico.
- Usar correctamente protector solar.
- Preferir prendas que cubran el cuerpo, lentes y sombrero.
- Consultar por lunares nuevos o irregulares.
- Mantener una dieta saludable para el sistema inmunológico.
- No fumar.
- Realizar chequeos médicos periódicos.
- Extremar cuidados si hay antecedentes o piel clara.

Una enfermedad prevenible y común
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran entre dos y tres millones de casos de cáncer de piel en el mundo; en Perú, la incidencia llega a 66.000 diagnósticos anuales y más de 32.000 muertes. Los tipos más frecuentes son el carcinoma de células basales, el carcinoma espinocelular y el melanoma, este último el más letal, aunque tratable exitosamente si se detecta a tiempo —con especial atención a lunares irregulares, bordes dentados, colores variados y cambios de textura



