
El Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, advirtió que la presencia de metales pesados en diversas cuencas glaciares de Áncash podría comprometer, en el corto y mediano plazo, el servicio de agua potable en varias localidades de la región.
Francisco Medina, director de Ecosistemas de Montaña, explicó que recientes estudios confirman un problema creciente vinculado al retroceso de los glaciares, fenómeno que altera la calidad del agua que abastece a miles de personas.
Cómo el retroceso glaciar acelera la contaminación
El especialista detalló que el drenaje ácido de roca es uno de los principales mecanismos detrás de la contaminación. Cuando los glaciares retroceden y dejan expuestas rocas con sulfuros, el contacto con el agua desencadena reacciones químicas que generan compuestos ácidos capaces de movilizar elementos tóxicos como arsénico, plomo, manganeso y zinc.
Este fenómeno ya afecta directamente a Huaraz. “Huaraz ya viene sufriendo este problema, lo que obligó a cambiar la fuente de captación hacia otra quebrada con un abastecimiento limitado”, indicó Medina, quien recordó que las ciudades altoandinas dependen casi de manera exclusiva de los manantiales y ríos glaciares.

Cinco de ocho cuencas presentan metales pesados
Los estudios del Inaigem revelan que, de las ocho cuencas evaluadas, cinco tienen niveles elevados de metales pesados. En varios sectores, el plomo aparece como el elemento más frecuente; en otros, el manganeso alcanza concentraciones particularmente altas.
Medina advirtió que el riesgo es progresivo: si continúa el retroceso glaciar, estos episodios serán cada vez más comunes y podrían poner en tensión la capacidad de potabilización, especialmente en zonas que dependen del agua de deshielo.
Un mapa departamental para orientar la respuesta
Para enfrentar el problema con evidencia verificable, el Inaigem presentará un mapa de Áncash que identificará:
- zonas actualmente impactadas,
- sectores en alto riesgo de contaminación futura,
- áreas que requieren intervención preventiva urgente.
El objetivo es que los gobiernos locales y provinciales adopten medidas de prevención, control y adaptación antes de que la contaminación avance.

La presentación oficial será el 25 de noviembre de 2025, desde las 2:00 p. m., en el auditorio de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash. Se convocará a autoridades y equipos técnicos de sectores como agua, ambiente, infraestructura y salud.
Vulnerabilidad de las ciudades altoandinas
Medina destacó que las ciudades de montaña son especialmente vulnerables porque dependen casi en su totalidad del agua que proviene de los glaciares. Aunque los sistemas de potabilización pueden remover elementos tóxicos, su presencia constante complica los procesos, encarece los tratamientos y puede llegar a superar la capacidad instalada.
“Tomamos agua de los manantiales y ríos glaciares. Aunque se potabiliza, la presencia de estos minerales complica el proceso y puede llegar a ser insuficiente si no se actúa a tiempo”, advirtió.

Tecnologías y medidas de mitigación disponibles
El especialista señaló que existen diversas alternativas para enfrentar la contaminación por metales pesados:
- Filtración por membranas
- Procesos de quelación
- Humedales artificiales
- Técnicas de tratamiento domiciliario recientemente desarrolladas
Sin embargo, subrayó que no basta con intervenir en los sistemas de tratamiento: también es fundamental conservar los ecosistemas altoandinos para reducir la exposición de minerales contaminantes.
“Las soluciones existen, pero requieren decisión técnica y coordinación multisectorial”, afirmó.


