
La intervención realizada el miércoles de esta semana en las instalaciones del penal El Milagro de Trujillo, en la región La Libertad; permitió que los agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y la Policía Nacional hallaran un total de 20 libretas que contenían aproximadamente mil números telefónicos que eran usados por los criminales con fines extorsivos desde el interior de la prisión.
La requisa extraordinaria tenía un objetivo principal: identificar y frenar la coordinación de delitos desde el interior del penal. La intervención descubrió que los cuadernos eran registros de posibles víctimas a las que se cobraba cupo extorsivo.
El gerente regional de Defensa Nacional de La Libertad, el coronel PNP (r) Edwin Dávila Paredes, informó a Correo que las libretas contenían anotaciones manuscritas con más de mil números y que también se incautaron cuatro teléfonos celulares que también estarían vinculados con presuntos actos de extorsión desde el interior de la prisón.
Según Dávila Paredes, “estos señores, como no tienen obligaciones todo el día, conectaban su celular para llamar indiscriminadamente y perpetrar las extorsiones”, aseveró el funcionario.

Otros elementos incautados
Además de los celulares y las libretas con información personal de las víctimas de extorsión, se decomisaron 2,8 kg de droga, principalmente pasta básica de cocaína, más de cien ketes y quince paquetes de sustancias ilícitas, hallados tanto en áreas comunes como en poder de los internos.
Asimismo, se encontraron balanzas empleadas para la microcomercialización, chips telefónicos, televisores, un bate de béisbol, pipas y espejos que podían servir como armas. Los agentes también detectaron seis conexiones eléctricas clandestinas utilizadas para alimentar artefactos y sostener la comunicación ilícita con el exterior. El retiro de este cableado formó parte de las acciones para limitar la comisión de delitos desde el penal.
El penal El Milagro alberga actualmente a más de 6.000 internos considerados de alta peligrosidad. Participaron 320 agentes, entre miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de Lima y Chiclayo, policías y militares, mientras que más de cien policías y un centenar de soldados del Ejército resguardaron el perímetro externo. Los resultados del operativo fueron presentados por el presidente de la República, José Jerí, junto a la gobernadora regional Joana Cabrera y congresistas.
El ministro de Defensa, César Díaz Peche, anunció que esta intervención marca el inicio de acciones conjuntas con presencia permanente de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para asegurar el control total del penal en los próximos días.

Tras el hallazgo, las libretas y celulares fueron lacrados y entregados a la División de Investigación Criminal (Divincri) Trujillo para el análisis forense, explicó Dávila Paredes a Correo. Se examinará la información digital en los dispositivos y se verificará la titularidad de los números registrados en los cuadernos.
Además, el ministro Martínez Laura comunicó el inicio de investigaciones disciplinarias para identificar responsabilidades y sancionar tanto a internos como a posibles “malos efectivos” involucrados. El Ejecutivo decretó el “apagón carcelario”, medida que suspende el suministro eléctrico en el penal para bloquear el uso de celulares y redes clandestinas de Internet.



