Vanessa Pumarica, ex amiga de Pamela Franco, ha confirmado que viajó en más de una ocasión al extranjero junto a la cantante de cumbia para encontrarse con Christian Cueva durante el periodo en que ambos mantenían un romance clandestino. “Es innegable. Ahí está el récord migratorio, no lo puedo negar”, declaró Pumarica en el programa Magaly TV La Firme.
Pumarica resaltó que existen pruebas documentales que respaldan su testimonio. Su papel como testigo aporta detalles sobre la planificación y el nivel de secretismo que rodeó la relación, la cual se mantuvo fuera del alcance de la prensa mientras Cueva seguía casado con Pamela López.
Viajes al extranjero y pruebas documentales que confirmó Vanessa Pumarica
Pumarica relató que realizó dos viajes junto a Franco durante la etapa más reservada del romance con Cueva. Uno de estos desplazamientos tuvo como destino Brasil, donde sí lograron reunirse con el futbolista. El otro viaje fue a España, aunque en esa ocasión no se concretó el encuentro. “Yo viajé dos veces, que es algo que yo no lo voy a negar porque fui parte en ese momento de esa relación. Entonces es algo innegable”, afirmó Pumarica, quien insistió en que los registros migratorios coinciden con los de Franco.
La ex amiga detalló que la logística de estos viajes incluía la intervención de intermediarios para evitar cualquier contacto directo con Cueva y así reducir el riesgo de ser detectados por la prensa. “Siempre era con otras personas. El contacto era con otras personas. Definitivamente nunca fue directamente él”, explicó en el espacio televisivo. Esta estrategia, según Pumarica, respondía a la necesidad de mantener en secreto una relación que se desarrollaba mientras el futbolista aún estaba casado con Pamela López.
Vanessa Pumarica reconoció su papel de “alcahueta” en la relación de Pamela Franco y Christian Cueva
El contexto de estos encuentros se remonta al momento en que Cueva, tras una ruptura con López, retomó el contacto con Franco. Pumarica recordó que el futbolista comenzó a llamar insistentemente a la cantante, quien finalmente accedió a responderle. “Él empezó a llamarla y ella a responder porque a ti te puede llamar el ex y no responder”, relató la ex amiga, quien también estuvo presente en el cumpleaños de Franco, evento en el que Cueva reapareció en la vida de la artista.
Pumarica reconoció su papel como “alcahueta” en la relación, calificando como un error haber facilitado los encuentros. “Fue un error ser su alcahueta”, admitió en Magaly TV La Firme. Además, describió la presión mediática que siguió a la reanudación del romance, con la prensa persiguiendo a la pareja y la necesidad constante de evitar la exposición pública.
La relación entre Franco y Pumarica se deterioró con el tiempo, especialmente tras la aparición de nuevas versiones sobre la gestión mediática del escándalo. Franco afirmó en una entrevista que su participación en el programa de María Pía Copello estuvo “pauteada” por la producción, insinuando que fue obligada a disculparse públicamente. Pumarica desmintió esta versión, asegurando que estuvo presente durante la grabación y que todo lo que dijo Franco fue decisión propia. “No vi en ningún momento una pauta”, sostuvo, y añadió: “La victimización no va”.
En los últimos meses, el distanciamiento entre ambas ex amigas se ha hecho evidente. Pumarica ha criticado abiertamente la actitud de Franco, señalando que sus intentos de limpiar su imagen solo han complicado más la situación. “En vez de aclarar, oscureció. Lo que está hablando ahora es su ego”, afirmó, sugiriendo que la cantante estaría mal asesorada y actuando por impulso.
En cuanto a Christian Cueva, Pumarica cuestionó la falta de un divorcio formal con Pamela López, a pesar de la relación pública que mantiene con Franco. Según declaraciones recogidas por Magaly TV La Firme, la ex amiga considera que si Cueva realmente quisiera formalizar su vínculo con Franco, ya habría iniciado el proceso legal y cedido los bienes materiales a López y sus hijos. “¿Por qué no se divorcia?”, planteó, y advirtió sobre las implicancias de mantener un estatus legal que, a su juicio, responde más a intereses personales que a honestidad.



