Los gremios de transportistas mantienen su división en torno a la convocatoria de un paro de 48 horas en Lima y Callao, una medida que aún no cuenta con fecha definida y dependerá de lo que acuerden las agrupaciones en la reunión prevista para mañana, viernes 21 de noviembre, según reportó 24 Horas.
La falta de consenso refleja las discrepancias internas respecto a cómo y cuándo enfrentar la ola de extorsiones y ataques armados que afecta directamente a conductores y empresas del sector en la capital, indicó el citado medio. La citación para mañana no es con el fin de acatar ya una paralización, sino de acordar la fecha.
El gremio Transporte Unido, que congrega rutas de diversas zonas de la ciudad—incluyendo Lima Norte, Lima Sur, Lima Este y Lima Oeste— citó el pasado 19 de noviembre a representantes de los principales sindicatos para discutir la posibilidad de realizar una paralización de 48 horas.

De acuerdo con lo informado por el noticiero, al finalizar el encuentro no existía una posición única, y la fecha exacta para iniciar la protesta quedó pendiente de definición. Desde la dirigencia, algunas voces insistieron en la necesidad de una respuesta colectiva.
Miguel Palomino, presidente de la Asociación Nacional de Conductores, defendió la postura favorable a la protesta: “A nosotros nos están acribillando, porque las empresas de transporte creo que también están siendo sensibles, porque ellos están siendo extorsionados, las extorsiones no han parado. Espero, esperamos nosotros como asociación de que el acuerdo de la fecha, lo tengamos para el sábado, ¿no? A más tardar”, declaró a 24 Horas.
El dirigente pidió directamente a sus colegas priorizar la definición pronta de un calendario de movilización. “Esperemos eso. Y seguiremos coordinando con los gremios de Transportes Unidos, de los conos, donde está la vocería de Martín Ojeda, para que nosotros también podamos prepararnos”, agregó.

Algunas asociaciones plantean realizar la protesta a inicios de la próxima semana, aunque existe la expectativa de que el viernes 21 de noviembre surja la decisión definitiva y colectiva.
Extorsiones y ataques
La violencia contra conductores y cobradores no ha disminuido. Los afectados denuncian amenazas permanentes y un aumento de los ataques armados mientras desarrollan su labor en el transporte público. De acuerdo con las fuentes gremiales, la situación mantiene a los trabajadores “en permanente zozobra”.
Las demandas centrales de los transportistas incluyen la realización de mayores operativos policiales, una mayor protección frente a las mafias y la implementación de una estrategia integral contra la extorsión.
Estas exigencias se sostienen tras varios incidentes que han encendido la alerta en diversos sectores de la capital y otras regiones.

Diferencias internas
24 Horas indicó que no todos los sindicatos y asociaciones comparten la urgencia de detener labores en protesta. Aunque algunos dirigentes presionan por una respuesta coordinada y efectiva frente a la violencia criminal, persisten posturas más cautelosas dentro de ciertos grupos que temen las consecuencias inmediatas de un paro prolongado.
La voz de Miguel Palomino refleja ese clima de tensión: “Nosotros sí estamos de acuerdo para el paro del cuarenta y ocho, porque nosotros somos los afectados”.
El directivo admitió que la definición podría extenderse, señalando la posibilidad de que el acuerdo se obtenga el sábado, aunque continúa la coordinación con portavoces de otros gremios en busca de unificar la respuesta.

Se señaló que la jornada de mañana viernes será clave para definir si los principales gremios del transporte acuerdan la paralización de 48 horas. El sector permanece a la espera de esa resolución que marcará los pasos a seguir mientras la situación de inseguridad sigue sin solución efectiva.
La cobertura periodística refleja el alto grado de incertidumbre y el carácter decisivo de esta convocatoria en el contexto de la crisis que enfrenta el transporte público en el país.



