
La comunidad campesina de Ahuichanta, en el distrito de Colquemarca (provincia de Chumbivilcas), región Cusco, vive horas de profundo dolor tras confirmarse la muerte de dos hermanitos que cayeron a una poza de agua ubicada a pocos metros de su vivienda. El hecho ocurrió la tarde del martes 18 de noviembre, cuando los pequeños, de 6 y 2 años, se encontraban en los alrededores del sector Alpichiri. Lo que empezó como una tarde cotidiana terminó convirtiéndose en una tragedia que ha conmovido a toda la zona.
De acuerdo con información policial, un llamado de emergencia alertó a los agentes del Puesto de Auxilio Rápido de Colquemarca, quienes llegaron hasta el lugar y hallaron el cuerpo del niño de 6 años dentro de la poza. Minutos antes, la madre de ambos, identificada como Viviana M., había logrado rescatar a su hija menor y trasladarla al Centro de Salud de Colquemarca, donde los médicos lamentablemente confirmaron su fallecimiento. Las autoridades iniciaron diligencias inmediatas para determinar cómo se desarrollaron los hechos y si hubo factores adicionales que influyeron en el accidente.
¿Qué se sabe sobre la investigación en Chumbivilcas?

Según la Región Policial Cusco, los agentes que acudieron al sector Alpichiri realizaron las primeras actuaciones en el punto donde ocurrió el accidente. El cuerpo del niño fue encontrado aún en la poza de agua, mientras que el de la menor de 2 años llegó sin vida al establecimiento de salud. Ambas muertes fueron comunicadas de inmediato al Ministerio Público, que ya asumió las acciones correspondientes para esclarecer las circunstancias de la doble tragedia.
Los efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) informaron que el lugar donde cayeron los menores se encuentra muy cerca de la vivienda familiar, una zona donde, según los vecinos, es común que los niños jueguen bajo la supervisión de sus padres. Sin embargo, las primeras indagaciones apuntan a que el accidente ocurrió en un momento en que la madre se encontraba realizando labores propias del hogar. La rápida reacción para sacar a la niña de la poza no fue suficiente para revertir la gravedad de la situación.
El Ministerio Público continúa recopilando testimonios, verificando el estado de la zona y coordinando con los peritos para determinar si hubo algún elemento de riesgo que deba ser reportado. Las autoridades también vienen trabajando con los familiares en la entrega de los cuerpos y otros procedimientos de ley.
¿Por qué los accidentes domésticos son tan frecuentes y cuáles son los mayores riesgos para los menores?

Los accidentes dentro del hogar representan una de las principales amenazas para niños y adolescentes en el mundo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año ocurren alrededor de 950 mil fallecimientos en menores de edad por incidentes que suceden en espacios aparentemente seguros. La intensivista pediátrica Vanesa Fulco explicó que muchos de estos episodios están directamente relacionados con la falta de supervisión continua y con ambientes que no están adaptados a las distintas etapas del desarrollo infantil.
Fulco detalló que las caídas y traumatismos siguen siendo el tipo de accidente más recurrente en los hospitales. Escaleras sin protección, baños resbalosos y superficies duras son escenarios típicos de lesiones graves, especialmente golpes en la cabeza. La especialista alertó que incluso pequeñas cantidades de agua en una bañera, balde o recipiente pueden convertirse en un peligro letal para bebés que aún no sostienen el cuello, razón por la cual la vigilancia permanente es indispensable.
La médica también identificó un segundo grupo de riesgos: las intoxicaciones por sustancias de limpieza y objetos domésticos llamativos para los más pequeños. Muchos productos se almacenan al alcance de los niños y sus envases coloridos incentivan la curiosidad. Aunque la ingesta suele ser mínima por el mal sabor, cualquier contacto es riesgoso.
Fulco recomendó enjuagar con abundante agua si ocurre un incidente y comunicarse de inmediato con un centro toxicológico o con el pediatra, evitando remedios caseros que pueden agravar la situación. También mencionó otras amenazas habituales, como enchufes expuestos, muebles inestables, objetos filosos y el contacto no supervisado con mascotas, que requieren una supervisión activa más allá de la simple presencia de un adulto.


