Congresistas de Renovación Popular, junto a otros parlamentarios no agrupados de derecha, presentaron una moción para censurar a Waldemar Cerrón, segundo vicepresidente del Congreso, por su actuación en la sesión de la Comisión Permanente del 20 de noviembre, donde se evaluó la acusación constitucional contra Betssy Chávez.
El pedido, impulsado por Norma Yarrow, sostiene que Cerrón habría cometido “graves irregularidades” al dirigir el debate, pues no garantizó la neutralidad en la conducción ni hizo respetar el reglamento parlamentario.
El cuestionamiento central se concentra en que Raúl Noblecilla fue autorizado a ejercer la defensa de Chávez pese a estar inhabilitado por el Colegio de Abogados de Lima. Para los legisladores que respaldan la censura, esta omisión habría comprometido la validez del procedimiento parlamentario en un caso de alta relevancia política.

Moción no tiene firmas del fujimorismo
El documento fue firmado por parlamentarios como Patricia Chirinos, Norma Yarrow, José Cueto, Esdras Medina, Edward Málaga y Juan Carlos Lizarzaburu, entre otros. Como exige el reglamento interno, una moción de censura necesita un mínimo de 16 firmas para ser tramitada.
Sin embargo, llama la atención que ningún congresista de Fuerza Popular se haya sumado a la iniciativa de Yarrow, pese a que Patricia Juárez anunció durante el debate que evaluarían presentar una medida similar.
La molestia de la parlamentaria fujimorista se originó por los insultos que profirió Noblecilla durante su exposición, cuando se refirió a ese partido con adjetivos como “corruptos” y “asesinos”.
Cerrón Rojas intentó justificar su actitud ante Noblecilla y señaló que el Congreso es un “fuero comunicativo”, por lo que deben escucharse a todas las partes. Sin embargo, esta explicación no convenció a las bancadas de derecha.
El incidente en el Pleno
La presencia de Raúl Noblecilla en el Pleno dejó una jornada marcada por acusaciones, interrupciones y el anuncio de futuras mociones de censura. El abogado de Betssy Chávez asumió su defensa con un tono confrontacional que rápidamente desató la reacción de diversas bancadas.
Durante su intervención, Noblecilla arremetió contra los legisladores y Fuerza Popular, a quienes llamó “corruptos, asesinos y dictadores”. Luego profundizó en sus críticas al afirmar que ese partido nació de dos “asesinos”, en referencia a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, y aseguró que el país aún arrastra esa “perversa herencia”. También acusó a “este Congreso” de atentar contra la institucionalidad democrática: “Este congreso es culpable, para mi teoría de defensa, del secuestro de la democracia”, dijo antes de cuestionar cómo se le podría exigir una defensa alineada al fujimorismo.
El ambiente se tensó aún más cuando Noblecilla interrumpió su propio alegato debido a las intervenciones de la congresista Norma Yarrow. “Dígale a la señora arquitecta que se calle, un calmante, por favor”, exclamó en tono irónico, provocando protestas desde los escaños de Renovación Popular.
Como consecuencia de estos hechos, Fuerza Popular anunció una moción de censura contra Waldemar Cerrón, mientras que Renovación Popular adelantó que respaldaría una medida similar, algo que finalmente concretó. En medio del caos, el congresista Edgar Reymundo pidió mantener el orden y garantizar el derecho a la defensa para evitar un proceso inválido.



