Los vecinos del exclusivo distrito de Miraflores amanecieron con una nueva tormenta política luego de la renuncia en vivo del general PNP (r) Mario Arata, quien hasta este martes ocupaba la Gerencia de Seguridad Ciudadana del distrito. Su salida, transmitida inicialmente por los canales oficiales de la municipalidad, no solo hizo visible la fractura con el alcalde Carlos Canales, sino que desató una avalancha de reacciones de colectivos vecinales, organizaciones civiles y usuarios de redes sociales que cuestionan el rumbo de la gestión municipal.
El episodio tomó forma durante la undécima sesión del Comité Distrital de Seguridad Ciudadana (Codisec), donde Arata decidió dejar su cargo luego de recordar que el alcalde lo había descalificado públicamente con la frase “no sirve”. La ruptura se hizo viral casi de inmediato. Grupos de vecinos, páginas distritales y figuras vinculadas a temas de seguridad calificaron la situación como una señal de alarma en un distrito que enfrenta quejas por robos, consumo de alcohol en espacios públicos y falta de fiscalización efectiva.
La Municipalidad de Miraflores no ha emitido un comunicado oficial sobre este acontecimiento en sus canales oficiales. Mientras tanto, desde Facebook hasta X (antes Twitter), el nombre del alcalde Canales se convirtió en uno de los temas más comentados.
Reacciones vecinales: malestar, denuncias y cuestionamientos a futuros nombramientos

Las críticas más contundentes llegaron desde colectivos vecinales que vienen alertando desde hace meses sobre el deterioro de la seguridad ciudadana en Miraflores. La página “Exigimos un Miraflores seguro” publicó un pronunciamiento donde calificó la renuncia de Arata como un “acto de dignidad” y advirtió su preocupación ante la posible designación del actual subgerente de Serenazgo, Jorge Luis Castillo Vargas, cuya gestión es cuestionada por presuntas irregularidades. Entre los vecinos circulan denuncias sobre cobros indebidos, uso de vehículos municipales para fines personales y antiguos procesos administrativos.
Otros ciudadanos sumaron mensajes que retratan el desgaste de la relación entre la comuna y los vecinos. Eduardo Osterling difundió una carta irónica que se volvió viral, donde “los vecinos de Miraflores” anuncian su “renuncia colectiva” a la idea de ser escuchados por la autoridad municipal. La publicación acumula cientos de comentarios en los que los usuarios relatan problemas recurrentes: veredas deterioradas, parques sin mantenimiento, obras sin consenso y reclamos sin respuesta.
Varios mensajes también señalaron directamente a Canales por un trato que consideran inapropiado hacia sus funcionarios. “Con buenos modales se corrige, y personalmente, no públicamente”, escribió un vecino. Otros usuarios calificaron al alcalde como “dictador insolente y atrevido”, mientras que comentarios más duros apuntaron a que Miraflores atraviesa una de sus peores gestiones en décadas. “Ojalá los tontos que votaron a este delincuente como alcalde pongan en funcionamiento alguna neurona en las próximas elecciones”, ironizó un usuario. La molestia también incluye a otras áreas municipales como Fiscalización, Parques y Jardines y Obras Públicas, a las que los vecinos atribuyen falta de resultados visibles.
Lo que dijeron en redes: apoyo a Arata, críticas al alcalde y dudas sobre la gestión de seguridad

En X (antes Twitter), las reacciones siguieron el mismo tono. Figuras vinculadas a temas de seguridad expresaron su respaldo al general Arata y cuestionaron el trato recibido durante las sesiones del Codisec. José Luis Gil calificó el incidente como un “trato inaceptable” y señaló que la dignidad del funcionario había sido vulnerada.
Publicaciones como la del usuario @patasmochas123 destacaron que Arata “dio una lección” al priorizar su integridad frente a la descalificación pública. Mientras tanto, mensajes como el de @pipafacelica compararon la reacción que se habría generado si el episodio ocurriera en otro contexto político, generando debate sobre los límites del trato a los funcionarios y el rol del alcalde como líder del sistema de seguridad del distrito.
La controversia también reavivó la discusión sobre la falta de sanciones tras las más de 10 mil intervenciones registradas en recientes operativos de serenazgo, Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Durante la sesión previa, Canales cuestionó que hubiese “cero multas” pese a los 106 operativos reportados, y reclamó resultados “concretos para los vecinos”. Arata recordó que los serenos no tienen facultad sancionadora y que esa responsabilidad recae en el área de Fiscalización, lo que abrió un nuevo flanco de debate sobre la distribución de funciones dentro de la municipalidad.
La transmisión de la sesión donde ocurrió la renuncia fue retirada de las plataformas oficiales, un hecho que también generó críticas. Algunos vecinos consideraron que se trató de una falta de transparencia en un momento de alta tensión. En tanto, el distrito sigue sin pronunciamiento público sobre quién asumirá la jefatura de Seguridad Ciudadana y cómo se reorganizará el trabajo operativo tras la salida del general Arata.


