Las comunidades nativas Centro Tsomaveni y Boca Tincaveni, en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo, Junín, amanecieron bajo el agua tras el desborde del río Ene registrado este 18 de noviembre. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) confirmó daños en viviendas e instituciones educativas, mientras el gobierno local inició la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN).
Sin embargo, el desastre ocurre en un contexto marcado por cuestionamientos. De acuerdo con información publicada por el medio regional Huancayork Times, la Municipalidad de Pangoa dispone de S/24.2 millones para reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias, pero solo habría ejecutado alrededor del 5% a pocas semanas de finalizar el año. Esta baja ejecución genera preocupación entre las comunidades, que aseguran haber sido alertados previamente sobre los riesgos de lluvia.
Las primeras lluvias de la temporada bastaron para inundar nuevamente zonas que ya habían sido afectadas a inicios de año. Dirigentes asháninkas señalan que solicitaron maquinaria para descolmatar la quebrada que atraviesa los sectores afectados, pero la intervención no se realizó.

Escuelas inundadas y familias aisladas
Los reportes preliminares indican que el agua ingresó a instituciones educativas de inicial, primaria y secundaria en ambas comunidades. En Centro Tsomaveni, la escuela inicial atiende a 35 niños, la primaria a 60 y el colegio a 65 adolescentes. En Boca Tincaveni, otros 38 menores quedaron sin clases por la inundación.
Las imágenes difundidas através de redes sociales por los propios pobladores muestran aulas con mobiliario mojado, material educativo inutilizado y caminos deteriorados por el paso del agua. Aún no existe una cifra oficial de familias afectadas, pues la EDAN continúa y el acceso a las comunidades implica un viaje de varias horas por trocha.
“No es la primera vez. En abril ya se inundó el colegio, el puesto de salud y el local comunal”, declaró el dirigente asháninka Elí García al medio regional. Según su versión, esta segunda emergencia se pudo evitar con trabajos de descolmatación.

Municipalidad inicia evaluación
El subgerente de Defensa Civil de Pangoa, Fernando Rojas, señaló que personal municipal se desplazó a las comunidades para recabar información precisa, pero reconoció que el acceso logístico complica la intervención inmediata.
Según el COEN, la municipalidad coordina ahora acciones de respuesta y mantiene disponible ayuda humanitaria en su almacén. Sin embargo, la presunta baja ejecución del presupuesto destinado a desastres, como reportó Huancayork Times, ha generado críticas sobre la capacidad preventiva del distrito.
Temporada de lluvias recién inicia y riesgo podría aumentar
El evento registrado el 18 de noviembre coincide con el inicio de la temporada de lluvias en la selva central, etapa en la que los ríos suelen incrementar su caudal rápidamente. Distritos como Pangoa, Mazamari y Río Tambo son recurrentemente afectados por inundaciones.

El COEN recomendó a las autoridades locales reforzar el monitoreo, activar sistemas de alerta temprana en coordinación con las comunidades y revisar el estado de infraestructura crítica, especialmente escuelas y establecimientos de salud.
Posible reubicación preventiva en evaluación
El subgerente de Defensa Civil de la comuna informó que está evaluando la posibilidad de reubicar temporalmente a las familias de mayor riesgo si las próximas lluvias mantienen el nivel de amenaza. Esta medida dependerá del avance de la EDAN y de la disponibilidad de espacios seguros en zonas alejadas del cauce del río.
Mientras tanto, las comunidades asháninkas insisten en que los trabajos de prevención deben ejecutarse sin demora, pues el inicio del año escolar 2026 podría verse nuevamente comprometido si no se atienden las causas estructurales del problema.


