Cusco sembrará más de 30 millones de árboles para reforzar su resiliencia hídrica y proteger zonas clave como Machu Picchu y Choquequirao

Con participación de 150 comunidades en 86 distritos, la campaña busca restaurar suelos, asegurar agua y proteger zonas agrícolas, turísticas y culturales

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• Cusco presenta la campaña
• Cusco presenta la campaña “Un Árbol por un Peruano” para enfrentar los impactos climáticos en glaciares, bosques y cabeceras de cuenca.

En una región donde las montañas ya muestran retrocesos acelerados en sus cumbres nevadas y los bosques altoandinos evidencian daños, la decisión de impulsar una campaña masiva de reforestación surgió como una apuesta de largo alcance. Autoridades regionales señalaron que la intervención plantea una tarea que involucra a comunidades, organizaciones locales y diversos sectores públicos. La intención consiste en reforzar la resiliencia del territorio y frenar la pérdida de ecosistemas estratégicos para la vida andina.

Los efectos de las variaciones climáticas ya impactan en la disponibilidad de agua y en la estabilidad de suelos agrícolas. Por ello, la reforestación con especies nativas se convirtió en un eje prioritario. El plan proyecta más de 30 millones de árboles hacia 2027 y se integra a una política ambiental que impulsa la recuperación de cabeceras de cuenca, así como la protección de sectores turísticos y culturales. El proyecto también busca enviar un mensaje de alcance nacional sobre la urgencia de restaurar los ecosistemas que sostienen actividades productivas y rutas de valor histórico.

La propuesta regional lleva el nombre “Un Árbol por un Peruano” y se presenta como una iniciativa que unifica esfuerzos comunitarios. La campaña se difundirá en diversos distritos con la participación de autoridades, escolares y organizaciones locales, con el objetivo de fortalecer la conciencia pública frente a los cambios que atraviesa la cordillera.

Un programa que reúne ciencia, comunidad y territorio

• El plan contempla sembrar
• El plan contempla sembrar más de 30 millones de árboles y restaurar 30 mil hectáreas hasta 2027.

La meta de restaurar más de 30 mil hectáreas incluye la plantación de especies nativas como queuña, q’olle, chachacomo, mutuy, aliso y bambú. Cada especie cumple funciones que favorecen la adaptación climática. La queuña retiene agua de lluvia y fortalece cabeceras de cuenca; el q’olle regula la humedad del suelo y captura carbono; el chachacomo contribuye a la regeneración de suelos; el mutuy reduce procesos de erosión; el aliso incorpora nitrógeno y estabiliza laderas; el bambú absorbe grandes cantidades de carbono. Estas funciones permiten mejorar la calidad del aire, asegurar fuentes hídricas y recuperar áreas agrícolas afectadas por eventos climáticos extremos.

Más de 150 comunidades de 86 distritos participan en diversas etapas del proyecto. La intervención también incluye el monitoreo de áreas restauradas, la preparación de suelos y la consolidación de zonas de conservación en altitudes que registran impactos climáticos cada vez más notorios. La inversión supera los 160 millones de soles y se dirige a acciones de restauración, conservación y control de erosión en provincias como La Convención, Paruro, Canas, Espinar, Chumbivilcas, Canchis, Quispicanchi, Calca, Urubamba y Acomayo.

En estos territorios se encuentran centros arqueológicos y rutas emblemáticas que atraen visitantes de todo el mundo, entre ellos Machupicchu, Choquequirao, Ollantaytambo, Pisac, Moray y el Valle Sagrado. La presión climática compromete la estabilidad de diversos ecosistemas que rodean dichos lugares, y las autoridades buscan crear una barrera natural que proteja su valor cultural.

La voz regional frente a la crisis climática

• La reforestación se realizará
• La reforestación se realizará con especies nativas (queuña, q’olle, chachacomo, mutuy, aliso, bambú) que cumplen funciones claves para la adaptación climática.

El gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, explicó que las medidas se alinean con la Política Nacional del Ambiente y que impulsan el uso sostenible del patrimonio natural. Sostuvo que “con esta campaña, Cusco busca posicionarse como referente regional en acción climática, demostrando que la restauración de ecosistemas no es solo una decisión ambiental, sino una apuesta estratégica para la economía, la seguridad hídrica y la protección del patrimonio cultural en un contexto de crisis global. Cusco siembra hoy los bosques que protegerán al Perú y al mundo del mañana”.

El gobernador expresó también su inquietud por los cambios que ya alcanzan zonas emblemáticas. Indicó que “el cambio climático no es una amenaza futura, es una realidad que ya afecta nuestras montañas, nuestros glaciares, nuestras comunidades y también nuestros centros arqueológicos. Machupicchu, Sacsayhuaman y todo nuestro legado inca enfrentan riesgos reales por las variaciones extremas del clima. Lo que hacemos es una defensa activa de nuestra historia y también un mensaje al mundo”.

La ceremonia de lanzamiento está programada para el 19 de noviembre, en la Plazoleta San Cristóbal. El evento reunirá a autoridades regionales, comunidades campesinas, artistas, escolares y agrupaciones culturales en una presentación destinada a promover la restauración del bosque andino. La jornada busca sensibilizar al público sobre la importancia de las especies nativas y la urgencia de recuperar zonas que ya registran impactos climáticos.