
La Biblioteca Nacional del Perú (BNP) impulsó un nuevo reconocimiento para la obra de uno de los pensadores más influyentes del país. A través de una propuesta institucional, cinco unidades bibliográficas de Pedro Salvino Zulen Aymar recibieron la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación, decisión que quedó oficializada mediante la resolución N° 000288-2025-VMPCIC/MC publicada en el diario oficial El Peruano. La medida reafirma el interés del Estado por fortalecer la protección del legado intelectual peruano.
Las piezas seleccionadas pertenecen al acervo de la BNP y pasaron por un proceso de identificación y evaluación técnica desarrollado por especialistas de la entidad. Cada ejemplar, producido entre 1920 y 1930, conserva una importancia singular para el estudio de la filosofía, la psicología y la historia de la bibliotecología nacional. Desde ensayos que introducen corrientes internacionales hasta una compilación poética poco difundida, la colección reúne distintas etapas del pensamiento de Zulen.
Fuentes de la BNP precisan que estos materiales son esenciales para comprender la evolución del debate académico en el país durante la primera mitad del siglo XX. “Representan un legado decisivo para la historia intelectual y bibliotecológica del Perú”, explicó la institución al sustentar la solicitud ante el Ministerio de Cultura. La declaratoria coloca nuevamente en el centro de la discusión el aporte de un autor cuya obra sigue presente en la investigación universitaria.
Obras declaradas patrimonio

El reconocimiento incluye cuatro títulos distribuidos en cinco unidades bibliográficas: La filosofía de lo inexpresable (1920), Del neohegelianismo al neorealismo (1924), Programas de psicología y lógica (1925) y El olmo incierto de la nevada (1930). Cada uno posee particularidades que los convierten en piezas únicas dentro del catálogo histórico nacional. Algunos conservan dedicatorias manuscritas de Zulen dirigidas a figuras como Raúl Porras Barrenechea y Ricardo Bustamante Cisneros. Otros provienen de colecciones particulares, incluida la del propio autor.
Estos materiales introdujeron en su momento nuevas rutas de análisis para la filosofía y la psicología peruana. La lectura de Bergson, el debate sobre el neorrealismo anglosajón y la actualización de contenidos universitarios de lógica y psicología abrieron espacios de discusión que influyeron en docentes y estudiantes. Además, la obra poética de 1930 es considerada una de las primeras expresiones literarias de la comunidad tusán en el Perú, aspecto resaltado por investigadores que revisan la diversidad cultural dentro de la literatura nacional.
Pedro Salvino Zulen Aymar nació en 1889 y desarrolló una trayectoria que combinó la filosofía, la docencia, el activismo social y la gestión bibliotecaria. Fuentes especializadas lo describen como una figura decisiva del pensamiento peruano del siglo XX. Su influencia se extendió desde la reflexión académica hasta la organización de servicios bibliográficos modernos.
Entre 1923 y 1925 dirigió la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Durante ese periodo reorganizó colecciones, promovió la adquisición de bibliografía especializada y puso en marcha el Boletín Bibliográfico, publicación que se mantuvo hasta 1966 y que transformó la difusión de información académica en la universidad. Su paso por la institución marcó un cambio en la manera de gestionar y comunicar los recursos bibliográficos.
Protección del patrimonio bibliográfico

La declaratoria de estas obras refuerza la labor de la BNP como entidad rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas. Según la institución, la identificación y protección de ejemplares como los de Zulen forma parte de un esfuerzo más amplio para resguardar la memoria documental del país. “Este reconocimiento contribuye a la preservación de la producción intelectual del Perú para las siguientes generaciones”, señaló la BNP.
El organismo anunció que continuará la coordinación con el Ministerio de Cultura y con entidades públicas y académicas para impulsar nuevas acciones de conservación, investigación y difusión del patrimonio bibliográfico. La institución sostiene que en distintos territorios del país existen materiales que requieren atención técnica y protección legal, y que su recuperación fortalece la comprensión del desarrollo intelectual peruano.



