
Durante un evento por el Día de la Gestión Pública, organizado por la Escuela de la Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, Noelia Bernal Lobato, Profesora e investigadora de la Universidad del Pacífico reveló los costos fiscales y economía política de las pensiones en el país, tras la reglamentación de la Ley de reforma de pensiones.
En esta presentación, que resume la reforma de pensiones, además revela que, en su opinión, la Ley plantea un escenario desfavorable para el país, dado que, con medidas como las pensión mínima de S/600 prometidas para los afiliados de las AFP, se aumentará el costo fiscal del Estado hacia las siguientes décadas.
Si bien en el periodo de 2025 a 2040 habrá un gasto público bajo, de menos de S/1.000 millones anuales, desde 2040 es lo preocupante, dado que la experta prevé que el gasto se disparará con la jubilación masiva de afiliados. En el 2050, más del 60% de afiliados necesitará apoyo estatal y para el 2075 el gasto alcanzará casi S/15 mil millones anuales. ¿Y quiénes pagarán esto? Serán los que ahora son los más jovenes.

El desalentador futuro del sistema de pensiones
Los jovenes se “salvaron” de dos medidas impopulares de la última reforma de pensiones: el aporte obligatorio de los trabajadores independientes a las AFP y la prohibición del retiro del 95,5% de fondos para los hoy menores de 40 años cuando se jubilen. Como se recuerda, estas dos medidas estaban incluidas en la reforma de pensiones, pero tras protestas de la ciudadanía, tanto el Congreso como el Ejecutivo retrocedieron en su validación.
Sin embargo, aún el panorama de las pensiones es desalentador para estos, dado que la reforma, en los aspectos que se mantienen aprobados, supondría un gran gasto del Estado hacia los siguientes años.
“La reforma aumenta beneficios, pero sin asegurar la fuente de financiamiento, y además se ha modificado permitiendo que se retiren los fondos del SPP. No hay una estimación de costos fiscales de la reforma; sin embargo, se aprobó. El Consejo Fiscal advirtió la ausencia de un análisis técnico riguroso”, revela Bernal.

Pero su equipo sí se ha encargado de estimar estos gastos: “Observamos que la reforma genera un gasto público creciente y permanente con el SPP, que se suma al gasto por el pago de pensiones de los sistemas públicos de pensiones”.
- Del 2025 al 2040: el gasto público será bajo; menos de S/1.000 millones anuales.
- Desde 2040, el gasto se dispara con la jubilación masiva de afiliados.
- En 2050, más del 60% de afiliados necesitará apoyo estatal.
- Al 2075, el gasto alcanzará casi S/15.000 millones anuales; superior al gasto del SNP en ese año (S/11.000 millones aproximadamente)
- En valor presente actuarial (2025-2075) el déficit total equivale a 40% del PIB de 2024 (16% SNP y 24% SPP).

Deficit recaerá en los ahora jóvenes
Así, este aumento del costo, principalmente, según los cálculos de Noelia Bernal, será mayor por el Sistema Privado de Pensiones (con fondos administrados por las AFP). Y a pesar que los ahora jóvenes puedan creer que se ‘salvaron’ de medidas perjudiciales, en el futuro, la experta prevé que estos tendrán que pagar este déficit.
“Los actuales jóvenes y las futuras generaciones van a tener que financiar el mayor gasto de pensiones, con más impuestos. Mayor endeudamiento. Menores transferencias de pensiones o otros bienes públicos”, enumera.
Y, en contraparte, los que saldrán beneficiarios serán los actuales adultos mayores y los actuales afiliados del Sistema Privado de Pensiones y el Sistema Nacional de Pensiones. “El impacto intergeneracional es evidente”, sentencia Bernal.


