En las calles del Centro Histórico de Lima, donde la historia convive con el movimiento constante del comercio, una transformación silenciosa avanza con determinación. La Gerencia de Planificación, Gestión y Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA) ejecuta una de las intervenciones más visibles de los últimos años: el retiro progresivo del cableado aéreo en las áreas de Mesa Redonda, el Mercado Central y el Triángulo de Grau. Estas acciones forman parte del compromiso municipal por recuperar el orden visual y la seguridad de espacios que concentran gran parte de la actividad económica y cultural de la capital.
Durante años, el entramado de cables sobre las calles y fachadas de esta zona se convirtió en una imagen habitual, aunque también en un riesgo latente. Ahora, las brigadas de PROLIMA avanzan calle por calle con la meta de liberar más de 50 cuadras, un esfuerzo que pretende restituir la estética original de los inmuebles y disminuir los peligros derivados de las instalaciones sobrecargadas. Según la entidad, este trabajo se encuentra en su etapa final y representa una mejora tangible para miles de comerciantes, vecinos y visitantes.
En el marco del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima, las acciones impulsadas buscan revalorizar los espacios urbanos y reforzar la seguridad pública. En el entorno del Triángulo de Grau, por ejemplo, se retiró el cableado aéreo de trece cuadras internas, permitiendo que monumentos como las iglesias de la Buena Muerte y Trinitarias vuelvan a mostrar sus fachadas sin interferencias. Esta limpieza visual, además de contribuir al orden urbano, reduce los riesgos eléctricos y facilita futuras obras de mejora en iluminación y pavimentación.
Coordinación técnica y recuperación del paisaje urbano

De acuerdo con PROLIMA, las labores de retiro de cables se ejecutan bajo un estricto protocolo técnico y en coordinación con las empresas de telecomunicaciones y energía eléctrica. Cada tramo intervenido es evaluado para asegurar la protección de los bienes monumentales y el cumplimiento de las normas de conservación del patrimonio.
Gudelia Vargas, coordinadora de Fiscalización en el Patrimonio Cultural de PROLIMA, explicó que estas tareas han permitido “liberar más de 16 toneladas de cableado acumulado, gran parte del cual se encontraba superpuesto entre sí”. La funcionaria precisó que “la gran mayoría de este cableado se encontraba superpuesto entre sí, generando enmarañados que implican un potencial riesgo”. Destacó que el trabajo conjunto con las empresas prestadoras de servicios ha sido clave para avanzar de manera ordenada y segura en zonas de alta complejidad.
Vargas destacó que la eliminación de los cables no solo mejora la imagen urbana, sino que también representa “una mejora en el refuerzo de la seguridad del Centro Histórico y el cumplimiento de un deseo ciudadano que ha sido coordinado junto a vecinos y comerciantes de la zona”. Según indicó, las acciones responden a una demanda constante de quienes habitan y trabajan en el área monumental, preocupados por la contaminación visual y los riesgos eléctricos que representaban los cables expuestos.
Próximas intervenciones en Barrios Altos

El plan de recuperación del espacio público no se limita a las zonas comerciales más transitadas. PROLIMA anunció que las próximas intervenciones se concentrarán en Barrios Altos, donde comenzará el “Proyecto de repavimentación de calles, iluminación y mobiliario”. Este programa contempla el soterramiento del cableado de iluminación pública en diversas cuadras de los jirones Áncash, Junín, Paruro, Huanta, Jauja, Cangallo y Huallaga, con el propósito de mejorar la accesibilidad peatonal y la seguridad vial.
La funcionaria de PROLIMA detalló que las acciones previstas para 2026 incluirán la “implementación de iluminación general en todo el sector de áreas pavimentadas”, una medida que busca consolidar el proceso de puesta en valor del Centro Histórico. Cada una de estas intervenciones se realiza en cumplimiento del Plan Maestro, que establece metas concretas para el ordenamiento urbano y la protección del patrimonio.
El retiro del cableado aéreo en Mesa Redonda, el Mercado Central y el Triángulo de Grau marca una etapa relevante en el esfuerzo por devolver a Lima su imagen histórica, limpia y segura. Con la recuperación de las fachadas y la eliminación de riesgos eléctricos, el Centro Histórico avanza hacia una nueva fase de revitalización que combina el respeto por su pasado con la necesidad de una ciudad más ordenada y funcional.



