
Un nuevo llamado a la protesta sacude al Perú. El paro de transportistas del viernes 14 de noviembre queda marcado por la división de sus gremios, mientras crece la presión social ante el incremento de la delincuencia y el reclamo por la falta de respuesta gubernamental.
La iniciativa, impulsada por la Generación Z y otras organizaciones sociales, se propone denunciar la inseguridad que afecta a la ciudadanía y exigir una reacción efectiva por parte del gobierno del presidente José Jerí.
La situación ha generado un intenso debate en las filas de los transportistas, con posturas divergentes sobre cómo enfrentar la crisis.
La convocatoria parte de un movimiento juvenil y sindical que tomará forma el 14 de noviembre en diversas regiones.
Diversos colectivos y sindicatos organizan movilizaciones en ciudades como Cusco, Puno, Arequipa y Lambayeque, con el objetivo de visibilizar la persistente inseguridad ciudadana.
Las redes sociales y espacios universitarios han tenido un rol vital en convocar a la población, principalmente a estudiantes y jóvenes que, según las declaraciones de sus voceros, buscan evitar enfrentamientos con la Policía mediante protestas pacíficas.
Walter Carrera, vocero de la Asociación de Transportistas Nacionales e Internacionales (Asotrani), confirmó al medio que un sector de su gremio acompañará la jornada. Según Carrera:
“No se ha solucionado nada, la inseguridad sigue fuerte e inestable para nosotros y nuestras familias”, reflejando la preocupación persistente en el sector.
Pese a la voluntad de apoyo al reclamo social, Carrera hizo hincapié en que no habrá paralización total de actividades, sino una presencia simbólica en las calles. “La movilización lo están manejando los chicos. Es una estrategia para evitar represalias policiales; estaremos detallando más en una próxima conferencia”, explicó para La República.

Martín Ojeda y la negativa a paralizar el transporte formal
El presidente de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte (CIIT), Martín Ojeda, afirmó de manera contundente que su gremio no será parte del paro.
En declaraciones brindadas a Canal N, Ojeda expresó que “nadie va a parar mañana (viernes 14 de noviembre)“. "El transporte urbano va a ser normal”, afirmó.
Reiteró que la representatividad de quienes impulsan la movilización “ni siquiera es conocida” en el sector formal, calificando la convocatoria como una iniciativa de colectivos sociales, no de transportistas organizados.
Asimismo, Ojeda criticó duramente la difusión de información que atribuye al sector formal la adhesión al paro. Insistió en que la huelga involucra a grupos sin representatividad reconocida en la industria del transporte.
“Hemos hablado con los delegados de los conos urbanos, y ninguno va a participar”, declaró. Subrayó que, a pesar de la presión social y la vulnerabilidad frente a la inseguridad, el sector formal apuesta por mantener su actividad y continuar el diálogo con las autoridades.
“Es lamentable que a cualquier persona que grita ‘paro’ lo traten como si tuviera representación, como lo que pasó el 6 de octubre y el último 4 de noviembre. Acabamos de hablar, tanto ayer como hoy, con los distintos delegados de los conos de transporte urbano del este, del centro, del sur, del norte, y ninguno va a parar”, continuó.
El dirigente mencionó que el viernes se instalará la tercera mesa de trabajo sobre inseguridad junto a las autoridades del Ejecutivo, Poder Judicial y Fiscalía de la Nación, donde buscarán plantear soluciones institucionales.
Ojeda enfatizó que algunos colectiveros informales podrían plegarse a la protesta, pero nada modifica su determinación: la Cámara Internacional de la Industria del Transporte operará con normalidad el 14 de noviembre.



