
“En mi vida pública aprendí que servir es hacer, no hablar. Como dos veces alcalde de Trujillo, ejecuté más de 350 obras que hoy siguen beneficiando a miles de familias. Cada obra representa trabajo, compromiso y amor por mi ciudad. Una gestión con hechos, porque el progreso se construye paso a paso”, escribió Acuña Peralta en su cuenta de X.
El mensaje estuvo acompañado de fotografías donde se apreciaban algunas obras: el bypass Grau y el de Mansiche, entre otras. Sin embargo, las respuestas a su publicación, al menos en X, fueron principalmente de reclamo y rechazo.
Muchos usuarios acusaron a Acuña Peralta de haber dejado Trujillo abandonado, sumida en la delincuencia, la acumulación de basura y con calles deterioradas.

“¿Habrá alguien que le cree?”, “Por este tipo y su familia, nunca más”, se leía en algunos de los comentarios.
Otro ciudadano le reclamó por las licencias que solicitaba cuando era gobernador, muchas veces —según dijo— para realizar viajes de negocios relacionados con la Universidad César Vallejo.
“De dos años de gestión, 350 días es lo que estuviste de vacaciones, petipan”, escribió Luis Gonzales.
“¿Qué obras? ¿Qué progreso? Tienes a mi ciudad hecha basura, polvo, trocha. Llena de delincuentes, extorsionadores y matones. Ojalá no salgas elegido, porque no eres capaz (...)”, señaló otra usuaria identificada como Coty Camacho.
Los comentarios siguientes mantuvieron un tono similar, de reclamo y descontento, frente a lo que calificaron como una gestión incompleta del exgobernador regional.
Trujillo y la inseguridad ciudadana
Las explosiones en Trujillo se han vuelto cada vez más frecuentes. Ya es común que la tranquilidad de la noche se vea interrumpida por una fuerte detonación, similares —dicen muchos— a las que se escuchaban en los años más duros de la violencia terrorista.
Por ejemplo, la noche del 3 de noviembre, la familia Bueno Huaccha vivió momentos de terror en la urbanización Miguel Grau I Etapa, en el distrito de Casa Grande, luego de que dos sujetos a bordo de una motocicleta lanzaran una bomba molotov contra su vivienda. El artefacto provocó un incendio menor que fue controlado antes de que se propagara. Tras el ataque, los responsables escaparon sin dejar rastro.
Si bien este incidente no dejó víctimas ni daños mayores, se suma a otros hechos violentos, como el atentado contra el Ministerio Público o la explosión en la urbanización Encantada, presuntamente vinculada a la minería ilegal.
Ambos atentados ocurrieron durante la gestión de César Acuña, quien, al ser consultado sobre el alto índice de inseguridad en la región, se excusó señalando que esa no era su responsabilidad.
César Acuña oficializa su candidatura
El 13 de octubre vencía el plazo para que las autoridades que deseen participar en las elecciones de 2026 renuncien a sus cargos. Ese mismo día, César Acuña dejó el Gobierno Regional de La Libertad y anunció su postulación como precandidato presidencial de Alianza para el Progreso (APP), con la intención de intentar —una vez más— llegar a la presidencia del Perú.

En este nuevo intento por alcanzar el Ejecutivo, Acuña no va solo. En su plancha lo acompañan actuales congresistas, como Alejandro Soto, quien figura como primer vicepresidente, y varios exministros del gobierno de Dina Boluarte, entre ellos César Vásquez, César Sandoval y Juan José Santiváñez. De hecho, Vásquez ocupa el cargo de accesitario en la fórmula presidencial.



