Descubren cuatro nuevas especies de plantas en la reserva Oxapampa-Asháninka-Yanesha, en los bosques montanos de Pasco

Su hallazgo eleva a 224 las especies del grupo en el Perú y evidencia la fragilidad de los bosques montanos de Pasco

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Cuatro especies nuevas para la
Cuatro especies nuevas para la ciencia fueron identificadas en la reserva de biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha (BIOAY), Pasco. (Andina)

En una zona donde las montañas retienen humedad y el bosque mantiene un ciclo propio, un equipo de especialistas peruanos confirmó un hallazgo que amplía el registro botánico del país. En la reserva de biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha (BIOAY), dentro de Pasco, cuatro especies nunca antes descritas fueron identificadas tras varias expediciones y revisiones exhaustivas de material de herbario. El anuncio parte del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), institución responsable de custodiar áreas claves para la conservación.

El entorno donde aparecen estas especies presenta características únicas: pendientes cubiertas por neblina, zonas húmedas y un mosaico de microclimas que favorecen la diferenciación de la flora. Bajo esas condiciones, la familia Gesneriaceae incrementó su listado nacional a 224 especies, un número respaldado por el trabajo conjunto de botánicos con experiencia en ecología, morfología y taxonomía.

Rocío del Pilar Rojas Gonzales, Rodolfo Vásquez Martínez, Luis Valenzuela Gamarra, Abel Monteagudo Mendoza, Jaime Flores Shareba, Elmes Pinche Shareva y el guardaparque del Parque Nacional Yanachaga Chemillén (PNYCH), Julio Giraldo Crisanto, elaboraron un estudio detallado. Su labor describe rasgos estructurales, distribución y entorno de las nuevas especies, todas originarias de la provincia de Oxapampa.

Una parte importante de este descubrimiento involucra el rol de Yanachaga Chemillén, una de las áreas naturales con mayor concentración de especies endémicas del país. Allí, los investigadores registraron la presencia de Columnea cesarii, Columnea yanachagaensis, Drymonia quinquagesima y Drymonia vasquezii, plantas que solo existen dentro de la BIOAY y que expresan estructuras florales llamativas por su forma, textura y patrones cromáticos. Estas características podrían vincularse con procesos de polinización muy específicos, entre ellos la interacción con abejas euglosinas en el caso de Drymonia quinquagesima.

Bosques de montaña y diversidad única

Las especies pertenecen a la
Las especies pertenecen a la familia Gesneriaceae, que ahora suma 224 registros en el Perú. (Andina)

Tres de las cuatro especies se encuentran dentro o en zonas cercanas al PNYCH. Cada una aporta información valiosa sobre la evolución de la flora neotropical, pues ocupa espacios reducidos y dependientes de condiciones ambientales frágiles. Las flores rojo-naranja con superficie aterciopelada, así como corolas con franjas fucsias o diseños moteados, permiten identificar cada espécimen con facilidad y sugieren vínculos muy estrechos con sus polinizadores.

El escenario, sin embargo, presenta un reto mayor. Según el Sernanp, todas las especies recién descritas figuran en la categoría “en peligro crítico” (CR). Este nivel se atribuye a la disminución y fragmentación de los bosques montanos. La ampliación de áreas agrícolas y el uso del fuego en laderas próximas reducen la continuidad del bosque y colocan a estas plantas en una posición vulnerable por su distribución extremadamente limitada.

La jefa del Parque Nacional Yanachaga Chemillén, Salomé Antezano Angoma, resaltó el valor del estudio. “Estos descubrimientos no solo enriquecen el conocimiento científico del Perú, sino que nos recuerdan que Yanachaga Chemillén sigue guardando secretos únicos para el mundo”, afirmó. Su declaración resume la importancia de un territorio que conserva especies nuevas para la ciencia pese a presiones externas.

Un espacio considerado laboratorio natural

Se trata de Columnea cesarii,
Se trata de Columnea cesarii, Columnea yanachagaensis, Drymonia quinquagesima y Drymonia vasquezii. (Andina)

La BIOAY se consolidó como un espacio ideal para comprender la evolución y adaptación de la flora de la región. Sus gradientes altitudinales, desde zonas amazónicas hasta cumbres altoandinas, generan condiciones que favorecen la diferenciación de especies con distribución muy limitada. La variedad de pisos ecológicos permite que plantas como las recién identificadas encuentren nichos exclusivos.

Antezano Angoma también destacó un aspecto clave para la protección de la zona. “Cada nueva especie registrada es un llamado urgente a proteger los bosques montanos. No hablamos solo de plantas, hablamos de la memoria viva de la tierra, de sistemas que sostienen agua, clima y cultura”, puntualizó. Esta idea refuerza la necesidad de mantener intactas las áreas donde las especies originarias dependen de recursos muy específicos.

Las investigaciones en la región avanzan con apoyo de especialistas, guardaparques y comunidades locales, cuyos conocimientos sobre el entorno complementan el trabajo científico. Los registros recientes abren nuevas líneas de estudio sobre polinización, distribución y adaptación, y resaltan la responsabilidad de proteger un ecosistema donde la diversidad se manifiesta en espacios reducidos y poco explorados.