Betssy Chávez podría quedarse viviendo en la sede diplomática mexicana en Lima por un tiempo indefinido, si el Perú decide no otorgarle el salvoconducto. El excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay explicó los alcances del asilo diplomático concedido por el Gobierno de México y adelantó cuál sería el futuro de la ex primera ministra de Pedro Castillo.
En entrevista con Infobae Perú, el excanciller fue enfático al señalar que la entrega del salvoconducto es una obligación que surge tras la calificación del Estado asilante.
“Se debe conceder el salvoconducto porque una vez que el Estado asilante de México ha calificado, al Perú le corresponde hacerlo de conformidad con el artículo 36 de la Constitución Política del Perú, que dice que el Estado peruano acepta la calificación que hace el Estado asilante”, sostuvo.
Sin embargo, Rodríguez Mackay también precisó que, si el Ejecutivo peruano mantiene su negativa, Betssy Chávez no podrá salir de la embajada mexicana, donde deberá permanecer bajo la protección de ese Estado.
“Ese es su único espacio en el que puede permanecer y nadie podrá entrar ahí, e incluso así no haya relaciones diplomáticas.”
El exministro explicó que la inviolabilidad de las sedes diplomáticas está reconocida por el derecho internacional y que ningún Estado puede ingresar a ellas sin consentimiento.
“El local o la sede de la misión diplomática es inviolable y la sede pasa a custodia de un tercer Estado que elige el Estado que ya rompió relaciones diplomáticas y que comunica al Estado receptor, en este caso al Perú.”

De esa forma, añadió, Betssy Chávez podría continuar residiendo dentro de la embajada mexicana, incluso si las relaciones diplomáticas entre ambos países llegaron a romperse.
“Sería una tragedia para el derecho internacional”
Actualmente, pesa un pedido de prisión preventiva sobre Betssy Chávez. Sin embargo, si el Poder Judicial declara fundado dicho pedido, esto no significa que la Policía Nacional pueda irrumpir en la sede diplomática para detenerla.
Una situación similar ocurrió en Ecuador, cuando el gobierno de ese país ingresó a la embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba asilado.
“Fue en Ecuador. En la embajada de México en Ecuador. Y esa fue una gravísima actitud del gobierno del presidente de Ecuador. Tiró al tacho el derecho internacional. Eso no debe hacerse nunca”, advirtió.

Rodríguez Mackay subrayó que un escenario similar en el Perú sería impensable, debido a la tradición diplomática del país y su respeto por la legalidad internacional.
“A nosotros, que tenemos una Cancillería prestigiosa, Torre Tagle prestigioso, ni por asomo se nos puede pasar por la cabeza”, indicó.
Cuando se le preguntó si una eventual irrupción a la embajada mexicana sería considerada una violación al derecho internacional, el exministro fue categórico:
“Sería una tragedia para el derecho internacional que el Perú dé un paso que jamás habría estado contemplado en nuestra tradición diplomática y nuestra tradición del respeto del derecho internacional.”
El antecedente de Ecuador
En abril de 2024, un grupo de policías ecuatorianos irrumpió en la embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, exvicepresidente condenado por corrupción y refugiado en la sede diplomática desde diciembre.
El hecho provocó la ruptura inmediata de relaciones entre México y Ecuador. Tras el asalto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador declaró:

“Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México.”
El embajador mexicano en Quito, Roberto Canseco, quien se encontraba en el lugar durante el operativo, denunció la agresión.
“A riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país. Esto no puede ser, es increíble que haya sucedido algo así.”
Ese antecedente, según Rodríguez Mackay, es una advertencia para todos los Estados de la región sobre la importancia de respetar las normas diplomáticas y el principio de asilo.



