Boom del cobre: Chile y Perú concentran 12 de las 20 mayores productoras del mineral en el mundo

El repunte del metal rojo ha reconfigurado el mapa minero mundial, impulsando a los dos países vecinos a posiciones clave en la producción global, en un año marcado por precios récord, interrupciones operativas y crecientes riesgos de déficit en el suministro

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Tanto Chile como Perú se
Tanto Chile como Perú se afianzan como las potencias centrales dentro del escenario global de la producción cuprífera. Foto: difusión

El auge del cobre no muestra signos de agotarse. El metal rojo, vital para la transición energética y la industria tecnológica, atraviesa un momento dorado impulsado por la escasez de oferta, bajos inventarios y una demanda que no cede. Este cóctel de factores llevó a que su cotización rompiera récords, superando los USD 5 por libra y acercándose peligrosamente a la marca de USD 6, reavivando el optimismo de los mercados y el interés de los inversionistas.

En medio de este repunte, Chile y Perú se consolidan como los protagonistas indiscutibles del tablero mundial del cobre. Juntas, ambas naciones concentran 12 de las 20 mayores minas del planeta, reflejo de su peso en el suministro global. Sin embargo, detrás de los buenos números, el 2025 ha sido un año complejo para la minería, marcado por contratiempos operativos, desafíos climáticos y una producción que, pese a mantenerse firme, muestra señales de tensión hacia el cierre del año.

Chile domina el ranking mundial

Según los datos del primer semestre de 2025, Chile lidera con siete yacimientos entre los 20 más grandes del mundo. A la cabeza se ubica la mina Escondida, que alcanzó 680 mil toneladas y reafirmó su posición como la operación de cobre más importante del planeta. El país andino estuvo a punto de sumar una octava mina al listado, pero los problemas en Quebrada Blanca, operada por Teck, obligaron a recortar proyecciones, dejándola en el puesto 24. “En caso de haberse mantenido la proyección 2025, habría ocupado la posición número 18”, señaló el analista de Plusmining, Juan Cristóbal Ciudad, a Diario Financiero.

En volumen, Chile experimentó un crecimiento interanual de 2,6% —equivalente a 67.000 toneladas— durante la primera mitad del año, impulsado por los aumentos en Codelco y Escondida. Este desempeño coloca al país en el tercer puesto global en expansión productiva, solo detrás de la República Democrática del Congo, con un alza de 12% (179 mil toneladas), y Rusia, con un notable 26% (118 mil toneladas).

Perú, segundo bastión del cobre

El otro gran actor regional es Perú, que aporta cinco de las 20 minas más grandes del planeta. Durante los primeros seis meses del año, su producción creció 3,5%, lo que representa 46 mil toneladas adicionales, ubicándolo en el sexto lugar mundial en términos de expansión. Entre sus principales operaciones figuran Antamina, Las Bambas, Cerro Verde y Antapaccay, todas de gran relevancia para el abastecimiento global del mineral.

Entre las explotaciones más destacadas
Entre las explotaciones más destacadas del Perú se encuentran las minas de Antamina, Las Bambas, Cerro Verde y Antapaccay. Foto: Rumbo Minero

En conjunto, las 20 minas más importantes del planeta sumaron 3,95 millones de toneladas entre enero y junio, lo que equivale al 35% de la producción mundial del período. A pesar de los incidentes y paros registrados en varias operaciones, la región andina ha demostrado resiliencia y capacidad de recuperación frente a un entorno volátil.

Perspectivas de producción en Chile

“En un entorno global con tropiezos en minas importantes, Chile logra mostrar solidez operativa”, destacó Ciudad. Sin embargo, advirtió que los incidentes en El Teniente y Quebrada Blanca “podrían afectar la segunda mitad del año, por lo que ese terreno ganado podría verse desafiado en el año completo”.

El director ejecutivo de Núcleo Minero, Álvaro Merino, recordó que Cochilco proyectaba una producción de 5,76 millones de toneladas para 2025, un 4,6% superior a las 5,5 millones registradas el año anterior. No obstante, señaló que “entre enero y septiembre, la producción de cobre de Chile es prácticamente la misma, levemente inferior a los 4 millones de toneladas”, anticipando que el año cerraría con unas 5,45 millones, por debajo de 2024.

Un mercado en riesgo de déficit

El panorama global del cobre, que al inicio del año apuntaba a un ligero superávit, se ha tornado incierto. Para Ciudad, “el panorama es cada vez más complejo y hay razones para estar atento a la evolución de las operaciones que han registrado problemas”. Los derrumbes, el clima adverso y las protestas sociales han reducido temporalmente la oferta, y si estas interrupciones persisten, podrían desencadenar un déficit considerable.

“Una crisis de suministro real ocurriría si varias minas Tier-1 permanecen fuera de operación o con bajos niveles de producción por varios trimestres seguidos. En ese escenario, los mercados enfrentan un riesgo serio: precios volátiles, eventuales riesgos de fuerza mayor o encarecimiento de las primas físicas”, advirtió el analista. De acuerdo con estimaciones recientes, el mercado global esperaba una producción de 24 millones de toneladas este año, pero debido a las interrupciones, el saldo cambió de un superávit de 105 mil toneladas a un déficit de 55.500 toneladas.

La mina Escondida es la
La mina Escondida es la que más produce cobre en Chile. Foto: BHP

El desafío de destrabar reservas

Chile no solo lidera en producción, sino también en reservas, con 190 millones de toneladas de cobre en su subsuelo. Sin embargo, transformar ese potencial en proyectos activos sigue siendo un desafío. “La inversión minera enfrenta el gran escollo de las tramitaciones ambientales, donde un proyecto de alta complejidad requiere 138 meses para su tramitación: casi 12 años”, explicó Merino.

El experto consideró que recuperar mecanismos de estabilidad jurídica, similares al derogado DL600, podría incentivar nuevas inversiones. “Debemos acelerar el otorgamiento de permisos, dar mayor grado de certeza a este proceso y crear mecanismos de estabilidad jurídica”, subrayó. Solo así, concluyó, Chile podrá mantener su liderazgo en un mercado del cobre cada vez más competitivo y estratégico para el futuro energético global.