Prohibida la captura de bonito durante todo el mes de noviembre para proteger su reproducción

La medida, basada en estudios científicos del Imarpe, restringe toda actividad vinculada a este recurso marino durante noviembre para asegurar su renovación y proteger los ingresos de las familias que dependen de la pesca

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De acuerdo con la información
De acuerdo con la información disponible, la fase más intensa de su reproducción suele presentarse hacia el cierre del año. Foto: Oceana

El Ministerio de la Producción confirmó que durante todo noviembre quedará impedida la captura de bonito en el mar peruano. La disposición, que rige del 1 al 30 de este mes, busca proteger el ciclo reproductivo de esta especie, considerada fundamental tanto para la actividad pesquera como para la salud del ecosistema marino.

La decisión responde a los estudios científicos desarrollados por el Instituto del Mar del Perú, que realiza un seguimiento permanente a esta población marina. Según los reportes, el periodo de mayor reproducción coincide con los últimos meses del año, por lo que la medida apunta a asegurar condiciones favorables para el desove.

Actividades restringidas en relación con el bonito

Durante la veda no estará permitido extraer, transportar, procesar, vender ni almacenar bonito. Solo quedará exceptuado el producto que cuente con respaldo documental que pruebe su captura previa al inicio de la restricción.

El Imarpe sostiene que el bonito cumple un rol estratégico dentro de la actividad pesquera y del equilibrio marino. Entre octubre y diciembre, esta especie se acerca a la franja costera para reproducirse en aguas cálidas del norte y centro del país, donde las temperaturas suelen fluctuar entre 15 °C y 22 °C.

El transporte de bonito también
El transporte de bonito también está prohibido, a menos que se pruebe de que fue capturado antes de noviembre. Foto: El Peruano

Factores ambientales

El mantenimiento de una población saludable, señaló el organismo, garantiza la continuidad del recurso y la estabilidad del ecosistema, además de resguardar el sustento de numerosas familias dedicadas a la pesca artesanal e industrial.

El bonito es apreciado en la cocina nacional y cumple una función esencial en la cadena alimenticia del mar. Sin embargo, su abundancia puede verse afectada por cambios en la temperatura oceánica, especialmente cuando ocurren eventos como El Niño, que modifican su comportamiento y distribución.

Propiedades nutritivas del bonito

El bonito (Sarda chiliensis chiliensis) puede aportar múltiples beneficios nutricionales, gracias a su perfil de macronutrientes y micronutrientes que lo convierten en un alimento valioso para dietas variadas. Por cada 100 g de este pescado se encuentran aproximadamente 22 g de proteína, lo que lo sitúa como una fuente destacada de proteína de alta calidad. Además, su contenido graso es moderado e incluye ácidos grasos poliinsaturados que resultan claves para la salud. Investigaciones recientes han confirmado la presencia de omega-3, como EPA y DHA, lo que refuerza su rol como fuente natural de estos lípidos esenciales beneficiosos.

Más allá de proteínas y grasas saludables, el bonito aporta minerales importantes y vitaminas que completan su valor nutritivo. Entre los minerales presentes se encuentran fósforo, potasio, magnesio y selenio, elementos fundamentales para la función muscular, el sistema nervioso y la protección antioxidante. En cuanto a vitaminas, destaca su aporte de provitamina A, vitamina D y algunas del complejo B, esenciales para la visión, la correcta mineralización ósea, el metabolismo energético y el fortalecimiento del sistema inmunológico.

El bonito es un pescado
El bonito es un pescado con una combinación nutritiva destacada, rica en proteínas, grasas saludables y micronutrientes, ideal para complementar diversas dietas. Foto: La opinión de Murcia

Asimismo, su aporte calórico es moderado —alrededor de 103 kcal por cada 100 g—, aunque esto puede variar según el grado de grasa de cada ejemplar. Este bajo contenido calórico lo convierte en una alternativa adecuada para planes alimenticios que buscan mantener un control energético sin sacrificar calidad nutricional. Como sucede con otros peces de vida pelágica y hábitos depredadores, su consumo debe ser equilibrado, considerando la posibilidad de presencia de trazas de metales pesados según la zona de captura y priorizando fuentes certificadas.