
El precandidato al Senado Juan Sheput cuestionó de manera pública la estrategia del presidente José Jerí frente a la crisis de inseguridad ciudadana, calificando como problemático el enfoque mediático de las acciones ejecutivas. Sheput, exministro y actual figura del partido País para todos, advirtió que los recientes operativos y visitas de Jerí a cárceles y comisarías no constituyen una política suficiente ante la demanda social por mayor seguridad.
Durante una conversación en RPP, Sheput consideró que “es importante que intente mejorar la percepción ciudadana, pero que se constituya como plan de gobierno salir a figuretear es algo que le puede generar problemas en el corto plazo porque la gente está mostrando ánimo y decepción”. Con este señalamiento, el exministro remarcó que la prioridad debería situarse en soluciones integrales para enfrentar la inseguridad, en vez de exposiciones puntuales ante la opinión pública.
El diálogo abordó además la influencia creciente del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en el discurso político nacional. Sheput sostuvo que tanto José Jerí como el exalcalde de Lima Rafael López Aliaga y la excongresista Keiko Fujimori buscan emular la figura del mandatario salvadoreño. “Todos quieren imitar a Bukele, creo que debemos desarrollar un pensamiento propio”, afirmó, distanciando a su nuevo aliado político Carlos Álvarez de esta tendencia e indicando que su estilo se acerca más al del presidente de Ucrania.
La crítica de Sheput surge en un contexto donde diversas autoridades peruanas buscan elevar su perfil en la agenda de seguridad, ante una ciudadanía que exige respuestas a la escalada de delitos. El precandidato resaltó que el desgaste de la confianza pública puede acelerarse si las acciones del Ejecutivo acaban percibiéndose como gestos más mediáticos que efectivos.
Álvarez y los derechos humanos
El precandidato presidencial Carlos Álvarez, conocido también como cómico, generó polémica tras afirmar en una intervención pública que los derechos humanos de los delincuentes le importan “un carajo”. Su declaración se produjo en el contexto del creciente debate sobre la inseguridad ciudadana en Perú. Álvarez destacó el aumento de delitos violentos y describió a los criminales como responsables de crímenes cometidos con frialdad. En su propuesta política, aseguró que, en caso de llegar a la presidencia, declararía a los delincuentes como objetivo militar y que su estrategia consistiría en “eliminarlos”. Precisó que los extranjeros involucrados en actividades ilegales tendrían un plazo de 24 horas para abandonar el país; después de ese periodo, señaló que saldría junto a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para perseguirlos.
Álvarez sostuvo que quienes no acepten rendirse ante el Estado podrían ser asesinados, planteando una postura de mano dura ante la delincuencia. Remarcó que debe prevalecer el derecho de los ciudadanos y consideró irrelevantes las argumentaciones sobre derechos humanos cuando se trata de criminalidad violenta.

En el ámbito electoral, Carlos Álvarez y Keiko Fujimori anunciaron que no participarán en el debate de candidatos organizado por CADE Ejecutivos 2025. Fujimori se ausentará por complicaciones de agenda e indefinición en el proceso de selección interna, mientras que Álvarez rechazó la invitación acusando a CADE de representar a una élite ajena a la realidad nacional. El retiro de ambos reduce la lista de participantes y mantiene abierto el debate sobre la representación en los foros políticos del país.



