Tras una jornada de doble celebración —Halloween y el Día de la Canción Criolla—, Lima amaneció con sus calles aún agitadas. Cientos de jóvenes ocuparon discotecas, parques y avenidas de la capital para disfrutar hasta el amanecer. Cuando las luces se apagaron y el bullicio de las fiestas llegó a su fin, los asistentes salía de los locales, algunos listos para seguir la fiesta y otros, rumbo a sus hogares.
El escenario se repitió en distintos puntos de la ciudad, ya que en estas fechas es común que se realicen diversos eventos. Ya fueran discotecas o conciertos, los asistentes —algunos con vaso en mano— fueron abordados por medios de comunicación para contar cómo vivieron la noche. Afuera de los locales, personal de serenazgo y agentes policiales permanecían atentos ante cualquier incidente, pues los excesos no faltan en este tipo de celebraciones.

Así se vivió la celebración en Miraflores
En Miraflores, el boulevard de la conocida Calle de las Pizzas fue uno de los puntos más concurridos. Según un reporte de RPP, alrededor de las seis de la mañana decenas de jóvenes, aún disfrazados, salían de los centros nocturnos con el maquillaje corrido y los zapatos en la mano, buscando algo para comer o simplemente un taxi que los llevara a casa.
“Algunos taxis están esperando alguna carrera que realicen los usuarios, que salen de estas fiestas y estos eventos que se han realizado”, narró la reportera.

Muchos asistentes consultados esperaban “alguna oferta de taxi que baje entre los 25 soles y los 30 soles”, especialmente quienes regresaban hacia Lima Norte o Lima Sur.
Así terminó un evento en la Costa Verde
En Chorrillos, la situación fue similar. A la salida de un evento, varios jóvenes disfrazados —algunos en evidente estado de ebriedad— fueron interceptados por las cámaras de Latina y, entre risas, contaron sus experiencias en la fiesta.
Uno de los asistentes sorprendió al anunciar que una joven le “robó el corazón” y pidió, frente a cámaras, que le pague la terapia psicológica. Lo curioso fue que, al momento de la entrevista, iba acompañado de otra señorita.
“¿Estás triste?”, preguntó la reportera. La joven solo se limitó a sonreír tímidamente.
Mientras tanto, un grupo de asistentes esperaba conseguir un taxi a menor costo, y otro, más arriesgado, aseguró que esperaría a que comience a funcionar el Metropolitano.
San Juan de Miraflores: el pan con chicharrón del amanecer
En San Juan de Miraflores, la discoteca Kallpa fue el epicentro de la celebración. Desde allí, un equipo de Exitosa transmitió en vivo la salida de cientos de jóvenes disfrazados de superhéroes, personajes de anime o cantantes, que abandonaban el local entre risas y bostezos.
Las cámaras captaron a Batman, Spiderman, la Mujer Maravilla e incluso a un faraón que, pese al frío, aseguraba que no lo sentía: “No, pero con esta calentura… ignora todo eso”, dijo entre risas.

Una joven, ya con el maquillaje borrado, comentó divertida: “Estoy de gatito, pero ya se me borró la cara”. A las seis de la mañana, se alistaba para ir “a la panadería justo a comprar pan con chicharrón”.
Mientras algunos buscaban transporte, otros se detenían a comer salchipapas o hamburguesas en los carritos improvisados frente a la discoteca. Así, entre risas, hambre y disfraces desordenados, Lima despedía una larga noche de doble celebración.



