
Las calles de Lima se preparan para una nueva jornada de paralización significativa tras el anuncio de un nuevo paro de transporte programado para este martes 4 de noviembre.
Cientos de empresas formales, agrupadas en diversos gremios, confirmaron la suspensión temporal de actividades como respuesta a la creciente violencia y demandas insatisfechas.
Las protestas han escalado tras el asesinato reciente de un conductor en Ventanilla y la percepción de que el actual estado de emergencia, instaurado desde el 22 de octubre, no ha frenado la inseguridad.
Martín Ojeda, vocero de los transportistas formales y director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, manifestó en RPP Noticias la oficialización del paro.
“Han decidido realizar un paro de 24 horas el martes 4 de noviembre tras el incumplimiento de acuerdos previos”. Este sector asegura que la falta de resultados concretos ha motivado la repetición de la medida, mientras el calendario gremial anuncia más jornadas de protesta durante noviembre.
El colectivo de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra), presidido por Martín Valeriano, indicó a Infobae Perú que sigue evaluando su adhesión, reflejando la fragmentación interna del sector.
Otras organizaciones, como Asotrani y la Asociación Nacional de Conductores Profesionales del Perú (ANCPP), también muestran posiciones diversas ante el paro y la eficacia de las acciones gubernamentales.
El contexto del conflicto se alimenta de denuncias por extorsiones, asesinatos y una legislación que los transportistas consideran desfavorable para la seguridad. Según cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), solo en los primeros quince días del gobierno de José Jerí se reportaron 28 homicidios.

Universidades optan por clases virtuales
En medio de este ambiente, distintas universidades han confirmado cambios estratégicos para proteger a su comunidad. La Universidad de Lima (UL) comunicó oficialmente que todas sus clases pasarán a la modalidad virtual durante el martes 4 de noviembre.
En la notificación, difundida a través de sus plataformas, se precisa que los talleres, actividades de laboratorio y evaluaciones serán reprogramadas. Los eventos previamente anunciados se realizarán en formato híbrido.

Por su parte, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) también dispuso la migración de sus actividades académicas presenciales a la modalidad remota.
El comunicado señala que la universidad lamenta el contexto de conflictividad y violencia, y que actos programados a distancia se desarrollarán en el entorno digital.
El personal administrativo podrá optar por el trabajo remoto en coordinación con sus respectivas áreas. No obstante, la PUCP mantendrá su campus abierto para quienes requieran acceso a cualquier instalación.

Se espera que en el trascurso de los días muchas más instituciones educativas superiores opten por la modalidad remota. La virtualización de las clases responde tanto a un criterio de prevención de incidentes como al compromiso de dar continuidad al proceso educativo.
Las universidades que han confirmado cambios no descartan que otras instituciones educativas de Lima y Callao se sumen a medidas similares en las próximas horas. El escenario refuerza una tendencia de adaptación a la movilidad urbana condicionada por factores externos, una constante que las autoridades educativas y gremiales observan con atención para eventuales próximas jornadas de protesta.



