
Las bebidas naturales son una excelente alternativa para mantener una alimentación saludable, ya que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes que favorecen el buen funcionamiento del organismo. Según el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), una dieta equilibrada debe incluir una adecuada cantidad de frutas y verduras frescas, preferiblemente en su estado natural, para prevenir enfermedades cardiovasculares, metabólicas y digestivas. En ese contexto, los jugos verdes, preparados a base de vegetales como espinaca, apio, pepino o col rizada (kale), y frutas como manzana verde o piña, se han popularizado por sus supuestos beneficios “detox” y su capacidad para mejorar la digestión, la energía y la salud de la piel.
Sin embargo, aunque los jugos verdes pueden ser saludables para muchas personas, no todos pueden consumirlos libremente. En algunos casos, estos batidos pueden tener efectos contraproducentes sobre la salud, especialmente si se preparan sin control, se consumen en exceso o se incluyen ingredientes inadecuados para ciertas condiciones médicas.
Quiénes no deben tomar jugos verdes
Existen varios grupos de personas que deberían evitar o limitar el consumo de jugos verdes. En primer lugar, quienes padecen problemas renales. Los vegetales de hoja verde, como la espinaca o la acelga, contienen altos niveles de oxalatos, compuestos que pueden favorecer la formación de cálculos renales. Para quienes ya sufren de insuficiencia renal, el exceso de potasio presente en muchos jugos verdes también puede ser peligroso, ya que los riñones no logran eliminarlo de manera eficiente.
Asimismo, las personas con trastornos digestivos como gastritis o síndrome del intestino irritable deberían tener precaución. Algunas verduras crudas, como el apio o el brócoli, pueden producir gases o irritar la mucosa gástrica, empeorando los síntomas. En estos casos, es preferible consumir las verduras cocidas o en pequeñas cantidades.

Por otro lado, las personas con hipotiroidismo también deben tener cuidado. Ciertos vegetales crucíferos (como la col rizada o el brócoli) contienen goitrógenos, sustancias que interfieren con la absorción de yodo y pueden afectar el funcionamiento de la glándula tiroides si se consumen de manera habitual y sin cocción previa.
Además, quienes toman anticoagulantes deben consultar con su médico antes de incluir jugos verdes en su dieta. Verduras como la espinaca o el perejil tienen un alto contenido de vitamina K, la cual interviene en la coagulación sanguínea y puede reducir la eficacia de los medicamentos anticoagulantes.
Finalmente, los jugos verdes no se recomiendan para personas con diabetes o con predisposición a la hipoglucemia, especialmente si se preparan con frutas dulces o si se consumen en grandes cantidades. Aunque sean naturales, estos jugos pueden elevar rápidamente el nivel de glucosa en sangre.
Cómo los jugos verdes pueden afectar la salud
El principal riesgo de los jugos verdes radica en la idea de que son “milagrosos” o que pueden reemplazar una comida completa. Cuando se consumen como sustituto del desayuno o del almuerzo, pueden provocar déficits nutricionales, ya que no aportan suficientes proteínas ni grasas saludables. Además, al licuar las frutas y verduras, se elimina gran parte de la fibra, lo que reduce la sensación de saciedad y puede afectar el tránsito intestinal.

Otro error común es consumir jugos verdes todos los días sin variar los ingredientes. La acumulación de ciertas sustancias, como los oxalatos o los nitratos, puede tener efectos tóxicos a largo plazo. Además, si las frutas y verduras no están bien lavadas, podrían contener residuos de pesticidas o bacterias que afectan la salud digestiva.
Por ello, los especialistas del Minsa y EsSalud recomiendan moderar su consumo, alternarlos con otras bebidas naturales y priorizar el consumo de frutas y verduras enteras.
Qué jugos sí puedes tomar
Si por razones de salud no puedes tomar jugos verdes, existen alternativas igual de nutritivas. Los jugos de frutas cítricas, como el de naranja, mandarina o toronja, aportan vitamina C y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico. También puedes optar por jugos de zanahoria o beterraga, que contienen betacarotenos y ayudan a la salud ocular y de la piel.
Otra opción saludable es preparar batidos mixtos con frutas bajas en azúcar, como fresa, papaya o manzana, combinadas con agua o leche vegetal. Estas bebidas conservan parte de la fibra y son más fáciles de digerir.



