En el asentamiento humano 21 de Marzo, ubicado en el distrito limeño de Ancón, un hombre fue víctima de un violento ataque a balazos mientras realizaba labores domésticas en la entrada de su vivienda. Según reportó ATV, el agresor irrumpió en el inmueble y disparó varias veces, dejando al herido en estado crítico.
La escena, registrada por el propio sicario, exhibe el instante en que el pistolero sorprende a su objetivo, cobrador en la empresa de transportes Nueva Estrella, conocida como ‘Los Anconeros’, y lavador de carros. La víctima buscó refugio en su vivienda, pero el agresor persistió en los disparos, aun con la intervención de la pareja del herido.
Durante el asalto, el atacante profirió amenazas y dejó un mensaje intimidatorio a los presentes. “Se van a empatar con el lampa del Perú”, repetía, mientras efectuaba más disparos.
Familiares del afectado declararon al citado medio que desconocen las razones detrás de este acto, destacando que el hombre “se dedica a sus cachuelos, lavando carros y trabajando de cobrador”. Explicaron también que, aunque en ocasiones solicitaba préstamos a los llamados 'gota a gota’, siempre gestionó sus pagos y no mantenía deudas pendientes con prestamistas. “No les debía, pagaba cuando podía, pero sin problemas mayores”, aseguró una de las hijas de la víctima.

El caso se investiga como posible episodio de extorsión o cobro violento de deuda a manos de prestamistas extranjeros. La Policía Nacional del Perú analiza los indicios aportados por la familia y los registros audiovisuales para esclarecer el móvil del ataque y dar con el responsable.
El estado de salud del herido es reservado. Las autoridades no descartan que existan conexiones con otras balaceras recientes en Lima atribuidas a bandas vinculadas al préstamo informal con sistemas de gota a gota, práctica señalada por expertos y medios nacionales como fuente de creciente inseguridad en barrios periféricos.
Estado de emergencia en Lima y Callao
El 21 de octubre de 2025, José Jerí, presidente de Perú, declaró el estado de emergencia en Lima Metropolitana y el Callao por el aumento de la criminalidad. La medida, vigente desde el 22 de octubre por 30 días, busca recuperar la seguridad y la confianza ciudadana.
Durante este periodo, se han restringido derechos constitucionales con detenciones sin orden judicial y allanamientos autorizados sin mandato previo. Las libertades de reunión y tránsito quedaron limitadas en áreas específicas.
La Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas (FF.AA.) realizan patrullajes conjuntos, controles de identidad y allanamientos basados en inteligencia. En las cárceles, solo se permite la iluminación en celdas, se restringen visitas y se destruyen antenas ilegales para limitar delitos organizados desde el interior.
Resalta la prohibición de que dos adultos viajen en una motocicleta, medida tomada para reducir robos y otros delitos bajo esa modalidad. También se desarrollan operativos para desbaratar mercados ilegales vinculados a diversos crímenes, como la trata de personas y la venta irregular de celulares usados para extorsión.
El presidente Jerí afirmó que el objetivo es pasar “de la defensiva a la ofensiva” contra el crimen. Sin embargo, expertos han señalado que estados de emergencia previos no han conseguido reducir significativamente la criminalidad, por lo que la eficacia de la medida sigue siendo discutida.



