
Cuidar la salud bucal es una parte esencial del bienestar integral. Una boca sana no solo permite hablar, masticar y sonreír con confianza, sino que también previene enfermedades que pueden afectar al resto del cuerpo, como infecciones y problemas cardíacos o digestivos. El Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomiendan visitar al dentista por lo menos dos veces al año, ya que una revisión periódica puede detectar a tiempo caries, gingivitis o alteraciones en la mordida.
Sin embargo, muchas personas no saben a qué profesional acudir cuando tienen un problema dental o estético, ya que existen varias especialidades dentro de la odontología. Dos de las más conocidas, y a menudo confundidas, son la odontología general y la ortodoncia. Aunque ambas se relacionan, no son lo mismo.
¿Qué es un odontólogo?
El odontólogo (también conocido como dentista) es el profesional de la salud especializado en el diagnóstico, prevención y tratamiento integral de las enfermedades bucodentales. Su formación universitaria le permite atender a pacientes de todas las edades y encargarse de la salud general de la boca: dientes, encías, lengua y tejidos blandos.
Entre sus principales funciones se encuentran:
- Realizar limpiezas dentales y eliminar el sarro.
- Tratar caries y realizar empastes.
- Extraer piezas dentales cuando es necesario.
- Colocar prótesis, coronas o implantes.
- Diagnosticar enfermedades de las encías, como la gingivitis o la periodontitis.
- Orientar sobre la higiene oral y los hábitos saludables (cepillado, uso del hilo dental, alimentación, etc.).

En otras palabras, el odontólogo es el primer punto de contacto en el cuidado dental. Es quien evalúa la salud general de tu boca y, si detecta un problema más específico, como dientes desalineados o maloclusiones, deriva al ortodoncista para un tratamiento especializado.
¿Qué es un ortodoncista?
El ortodoncista es un odontólogo que ha cursado una especialización en ortodoncia, lo que le permite corregir la posición de los dientes y los huesos maxilares. Su objetivo principal es alinear los dientes, mejorar la mordida y optimizar la función masticatoria, además de contribuir a la armonía facial.
Para lograrlo, el ortodoncista utiliza distintos tipos de aparatos y técnicas, entre ellos:
- Brackets metálicos o estéticos.
- Alineadores transparentes (como Invisalign).
- Dispositivos funcionales o retenedores.
El tratamiento ortodóncico no solo tiene un propósito estético. Una mordida incorrecta puede causar dolor mandibular, desgaste prematuro de los dientes o dificultades para hablar y masticar. Además, los dientes apiñados o mal posicionados dificultan la limpieza dental, aumentando el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Por eso, la ortodoncia es una especialidad que combina salud funcional y equilibrio estético.
¿Cuál es la diferencia entre un odontólogo y un ortodoncista?

Aunque ambos profesionales trabajan por la salud bucal, existen diferencias claras entre sus funciones, formación y objetivos:
- Formación profesional:
- El odontólogo estudia la carrera universitaria de odontología, lo que lo capacita para atender la salud general de la boca.
- El ortodoncista, en cambio, es un odontólogo que realiza una especialización o maestría en ortodoncia, que dura entre dos y tres años adicionales.
- Enfoque de trabajo:
- El odontólogo se centra en la prevención y tratamiento de enfermedades bucodentales.
- El ortodoncista se dedica específicamente a la corrección de la posición dental y de la mordida.
- Tipos de tratamientos que realizan:
- El odontólogo realiza limpiezas, empastes, extracciones, colocación de prótesis, tratamientos de encías y control general de la salud oral.
- El ortodoncista utiliza brackets, alineadores transparentes, retenedores y otros dispositivos correctivos para alinear los dientes y mejorar la función masticatoria.
- Objetivo principal:
- El odontólogo busca prevenir y tratar enfermedades que afecten los dientes, las encías y los tejidos de la boca.
- El ortodoncista busca mejorar la alineación dental, la función de la mordida y la estética facial.



