En medio de la controversia mediática que involucra a Maju Mantilla y su expareja Gustavo Salcedo, la también trujillana Pamela López expresó su solidaridad con la exreina de belleza. Durante una entrevista en ‘Amor y Fuego’, la esposa de Christian Cueva se refirió al caso con palabras de apoyo y críticas hacia el empresario.
López cuestionó el doble discurso que, según ella, muestra Salcedo ante las cámaras, y advirtió sobre comportamientos que le resultan familiares por experiencias personales.
Sus declaraciones generaron impacto en redes y entre televidentes, al señalar la importancia de la coherencia en los discursos públicos cuando se trata de relaciones personales y respeto hacia las mujeres.
Solidaridad femenina y respaldo público

Pamela López, conocida por su carácter frontal y sus declaraciones directas, no dudó en pronunciarse sobre el caso que rodea a Maju Mantilla. En declaraciones para un programa de espectáculos, la trujillana mostró empatía hacia su coterránea y dejó clara su postura frente a las actitudes de Gustavo Salcedo.
“Con las mujeres, con Maju, obviamente me solidarizo porque ella es mi paisana, ella es trujillana, y no es aceptable de ninguna forma”, expresó con firmeza. Su intervención fue breve pero contundente, y rápidamente se convirtió en uno de los fragmentos más comentados del programa.
López, quien ha estado en el centro de diversas polémicas mediáticas, destacó el valor de mantener una postura coherente frente a situaciones que exponen a las mujeres. Según dijo, resulta inaceptable que se normalicen comportamientos que afectan la reputación o la integridad emocional de una persona.
El gesto de solidaridad fue recibido con aprobación en redes sociales, donde numerosos usuarios elogiaron la sororidad entre ambas figuras públicas. En una coyuntura donde la vida privada se vuelve tema de conversación nacional, su mensaje tuvo eco en un público atento a los detalles del caso.
Críticas a Gustavo Salcedo y su doble discurso

Durante la conversación, Pamela López no se limitó a expresar apoyo. También dirigió palabras críticas hacia Gustavo Salcedo, expareja de Maju Mantilla, al considerar que mantiene una actitud contradictoria frente a las cámaras.
“Es una persona que está manejando un doble discurso. Dice que no le gustan las cámaras tal cual”, señaló, evidenciando su desconfianza hacia el empresario. La entrevistada hizo notar que el discurso público de Salcedo no coincide con su comportamiento reciente, algo que —según comentó— le resultaba “muy familiar”.
Ante los comentarios del conductor del programa, López agregó: “Se me hace muy familiar eso que describes, borras y después… Bueno, esperemos que no sea lo mío, que no se repita lo mío”. Su frase, cargada de ironía y experiencia, fue interpretada como una comparación con su propia historia personal, marcada por conflictos mediáticos y demandas públicas de justicia.
Con tono reflexivo, la todavía esposa de Christian Cueva insistió en la necesidad de mantener una línea de respeto en las relaciones, especialmente cuando hay hijos de por medio. “Si él dice que está en buenos términos con la mamá de su hija, que siga esa línea”, señaló, enviando un mensaje de responsabilidad y coherencia a quienes exponen su vida privada.
Las declaraciones fueron seguidas con atención, ya que López ha sido protagonista de varios episodios mediáticos donde la vida íntima y la exposición pública se entrelazan. Su experiencia personal le otorgó un tono de autoridad moral ante la audiencia, que interpretó sus palabras como una advertencia más amplia sobre los límites de la exposición.
Una voz con experiencia y reclamo de justicia

En otro momento de la conversación, Pamela López abordó indirectamente su propia situación. “Esperemos que no sea lo que hoy en día me está pasando a mí, que tengo que hacer bulla mediática para que por ahí se me haga un poco de justicia”, declaró.
La frase reflejó su malestar frente a los procesos personales que ha enfrentado, pero también expuso una crítica hacia la forma en que muchas mujeres deben recurrir a los medios para ser escuchadas. Su comentario reveló una tensión constante entre la búsqueda de privacidad y la necesidad de visibilizar problemas que, de otro modo, quedarían silenciados.
El tono de sus declaraciones fue firme, aunque sin apartarse del respeto hacia los involucrados. Pamela López no mencionó nombres adicionales ni profundizó en detalles ajenos, pero dejó claro que reconoce patrones repetitivos en ciertas actitudes masculinas, sobre todo aquellas que pretenden victimizar al responsable o minimizar los hechos.



