
El presidente interino, José Jerí, se pronunció tras los disturbios presentados durante la marcha nacional convocada este miércoles 15 de octubre en el Centro de Lima, una movilización que reunió a colectivos juveniles, sindicatos y organizaciones sociales en demanda de cambios estructurales, reformas políticas y acciones frente a la inseguridad ciudadana.
“No permitiremos que un grupo reducido pretenda usar la violencia como camino”, publicó Jerí en su cuenta de X (antes Twitter), subrayando la postura oficial frente a los incidentes reportados cerca del Congreso de la República. Si bien reconoció el derecho de la ciudadanía a movilizarse como expresión de descontento, remarcando que hay “falta de atención del Estado por muchos años”, marcó distancia ante los hechos violentos ocurridos en las inmediaciones de la avenida Abancay.
En su mensaje, destacó que las cámaras del Ejecutivo y de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) se encuentran transmitiendo en vivo toda la jornada, en lo que considera un esfuerzo por garantizar la transparencia y documentar cada episodio de la manifestación.

La movilización nacional, que tuvo réplica en al menos 15 regiones del país, entre ellas Arequipa, Cusco, Puno, Trujillo y Cajamarca, fue convocada principalmente por colectivos juveniles agrupados bajo la etiqueta “Generación Z”, así como por sindicatos, comunidades estudiantiles y organizaciones cívicas. Las exigencias principales giran en torno a la derogación de leyes asociadas al crimen organizado, la renuncia de autoridades del Ejecutivo y Legislativo, mejores condiciones de empleo y seguridad, y la defensa de áreas naturales ante la reciente aprobación de la llamada Ley Antiforestal 1873.
En Lima, los manifestantes marcharon desde diversos puntos hacia el centro histórico y se concentraron en espacios simbólicos como la Plaza San Martín, la Plaza Dos de Mayo y la Plaza Mayor, antes de dirigirse al Congreso. Al llegar a la avenida Abancay, un contingente policial bloqueó el paso con rejas metálicas, situación que generó enfrentamientos cuando un grupo de jóvenes intentó derribarlas y atacó el cerco con objetos contundentes. Reportes recolectados por Infobae dan cuenta de que algunos de los participantes, con los rostros cubiertos, provocaron incendios de banderolas y lanzaron botellas en dirección a los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP).
El comandante general de la PNP, Óscar Arriola, responsabilizó a los manifestantes por los desmanes. “Una vez que han llegado al frontis del Congreso han hecho lo que siempre han querido hacer de quemar el Congreso y eso no se puede permitir, porque somos la fuerza pública y usamos la fuerza de manera gradual”, declaró para RPP. La policía dispersó a los asistentes con bombas lacrimógenas luego de los primeros enfrentamientos, provocando columnas de humo y caos vehicular en los alrededores de la sede legislativa.
Diversos testigos señalaron ante medios independientes que el grupo que ocasionó los disturbios estaría conformado por infiltrados cuyo objetivo sería exacerbar la violencia y justificar una reacción policial más severa.
Los reportes motivaron el cierre temporal de calles, especialmente en los alrededores de la avenida Abancay y la Plaza Bolívar, el cual afectó tanto el tráfico vehicular como el paso peatonal. La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) anunció modificaciones en las rutas 404, 405 y 406 del corredor Morado, desviando los recorridos habituales y causando congestión en sectores como El Hueco. Los pasajeros denunciaron un incremento de hasta 50% en el precio de los pasajes en medio de la crisis.