La emoción se apoderó del escenario cuando una banda completamente caracterizada como Slipknot apareció ante el jurado de “Yo Soy”. Diana Sánchez, entre asombro y risas nerviosas, no ocultó su sorpresa al ver a los integrantes ingresar con trajes y máscaras idénticas a las del grupo estadounidense.
El vocalista, Sergio, explicó que su regreso al programa no era casual: había prometido volver con toda la banda para demostrar que en el Perú también se puede hacer metal de alto nivel. Entre comentarios de humor, admiración y curiosidad, los jueces vivieron uno de los momentos más intensos de la temporada.
Un ingreso que rompió el silencio del estudio

Diana Sánchez fue la primera en reaccionar. Apenas los músicos cruzaron la puerta, exclamó con sorpresa por la fidelidad de sus atuendos. “Han venido completamente caracterizados. Los tres están realmente increíbles. Este género es bastante complicado. ¿Creen que puedan convencer al jurado?”, preguntó con una mezcla de respeto y asombro.
Sergio, líder del grupo, respondió con convicción: “Tenemos el potencial para hacerlo”. Con voz firme y máscara cerrada, explicó la dificultad de interpretar con el rostro cubierto. Diana, divertida, bromeó al notar que la máscara apenas dejaba una abertura en la boca. “Me imagino que cantar debe ser complicadísimo”, comentó, a lo que el vocalista respondió: “Demasiado complicado”.
La interacción entre ambos desató risas entre los jueces, quienes no esperaban una aparición tan teatral. “Vayan a brillar”, dijo Diana finalmente, deseándoles suerte antes de su ingreso al escenario principal.
Una banda que transformó el set

El ambiente cambió por completo cuando los músicos ocuparon el escenario. Luces rojas, presencia imponente y un silencio expectante anticiparon una presentación diferente. Ricardo Morán, con tono sarcástico, comentó: “Ojalá venga una banda tropical”. Jely Reátegui rió, pero la sorpresa fue inmediata al ver entrar a los músicos en sus trajes oscuros. “Dios mío, de tropical esto no tiene nada”, exclamó Morán.
“Esto es, literal, una pesadilla para todos”, comentó Diana Sánchez con humor, mientras Jely y Carlos Alcántara se mostraban entre asombrados y divertidos. El vocalista saludó con cortesía: “Muy buenas noches, ¿cómo están?”. La tensión dio paso a una curiosa simpatía entre los miembros del jurado y los enmascarados artistas.
Carlos Alcántara reconoció al vocalista de una participación anterior. “Ese personaje ya estuvo solo acá. Ahora ha venido con todos sus amigos”, bromeó. Sergio respondió con orgullo: “He traído a todo el batallón”. El comentario desató aplausos y carcajadas, marcando el tono de una presentación que mezclaba respeto y diversión.
Jely Reátegui, con su habitual desparpajo, agregó: “¿Y son igual de tiernitos que tú?”. Sergio contestó entre risas: “Algunos”. La naturalidad de la conversación alivió el ambiente, pero la expectativa crecía. El jurado quería escuchar qué podía ofrecer aquella agrupación que llegaba con tanto despliegue visual.
Un regreso con historia y promesa cumplida

Ricardo Morán pidió al vocalista que contara cómo surgió esta nueva presentación. Sergio, de 23 años, reveló que ya había pasado por el programa en una temporada anterior, pero esta vez regresaba acompañado. “Vine la vez pasada solo, y decidí traer a todo el batallón porque, Ricardo, dijiste que querías vernos en vivo. No quería que te quedes con las ganas”, explicó.
También recordó los años de trabajo que avalan su pasión por el género: “Tenemos una trayectoria de más de ocho años y queremos demostrar que en el Perú se puede hacer metal de verdad”. Su respuesta generó aplausos del jurado. Jely Reátegui lo felicitó: “Lo hiciste muy chévere. Nos sorprendiste un montón”.
Diana, en tono pícaro, reveló que la banda tenía “una historia” con ella, sin dar detalles, lo que provocó risas y curiosidad. “Ya con eso lo digo todo”, lanzó entre miradas cómplices.
El grupo, enfocado y disciplinado, se preparó para interpretar el tema que había elegido. La mezcla de tensión y expectativa llenó el estudio. Jely, entre bromas, preguntó si podría formar parte del grupo. “¿Yo podría pertenecer a la banda de ustedes o no?”, dijo divertida. Ricardo Morán le siguió el juego: “Podríamos audicionarte”. Ella rió: “Me voy a coser la boca”, en referencia a una de las máscaras con cierre metálico.
“Qué bueno”, comentó Diana, manteniendo la complicidad del momento. Segundos después, Morán dio la orden definitiva: “Vamos a escucharlos”.
El metal que hizo vibrar a todos
El sonido fue inmediato y poderoso. Los primeros acordes retumbaron en el set y el público reaccionó con sorpresa. Las luces parpadearon mientras los tres músicos ejecutaban la compleja sincronía de su tributo a Slipknot. Diana, visiblemente impactada, no ocultó su emoción. “Los amo a todos ellos. Me encantan”, exclamó entre aplausos.
Los jueces siguieron la presentación atentos a cada detalle. La voz rasgada del vocalista, la precisión de la batería y el dramatismo de la puesta en escena lograron captar la atención de todos. La ejecución técnica y la intensidad escénica se combinaron con una fidelidad que impresionó incluso a los más exigentes.
Al finalizar, Carlos Alcántara rompió el silencio con una frase simple pero contundente: “Qué bravo. Una postal”. El jurado coincidió en que la propuesta estaba bien lograda y merecía reconocimiento. “Hermosa presentación. Yo voy a decir que sí”, afirmó el actor, mientras el público estallaba en aplausos.
Sergio agradeció emocionado. “Queríamos demostrar que acá también se puede interpretar metal. Gracias por la oportunidad”, dijo. Su voz, ya sin máscara, reveló la sinceridad de un músico que no solo imitaba, sino que rendía homenaje a un género que lo marcó.
Diana Sánchez, todavía en shock, resumió lo que muchos sintieron: “Increíble. No tengo palabras”.
El set volvió al silencio. La energía que había dejado la banda en el escenario parecía seguir vibrando entre luces apagadas y miradas atónitas. Aquella noche, el metal encontró su espacio en “Yo Soy”.