
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), adscrito al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), anunció la liberación de una nueva raza de cuy denominada Merino, caracterizada por su alto valor genético y por ofrecer una carne de mejor sabor, textura y calidad. Con este desarrollo, el organismo busca fortalecer la productividad de las familias dedicadas a la crianza de cuyes, mejorar su rentabilidad y contribuir a la seguridad alimentaria del país.
El proyecto, desarrollado en el Centro Experimental La Molina, forma parte del trabajo de innovación genética que el INIA realiza desde hace casi dos décadas. La nueva línea Merino se suma a las ya reconocidas Inka y Mantaro, y junto con ellas será oficialmente reconocida como una raza en los próximos meses.
Cuyes con carne de mayor calidad
La línea Merino ha sido seleccionada por su capacidad para producir carne con mejor sabor y un equilibrio ideal entre grasa y masa muscular. Presenta una conformación corporal robusta y un tamaño de carcasa óptimo para el consumo. Estas cualidades la posicionan como una alternativa de alto valor para productores y consumidores que buscan un producto de mayor calidad.
Durante las evaluaciones realizadas, la línea Merino mostró un tamaño de camada promedio de 2,14 crías por parto, con variaciones según la estación: 1,71 en primavera, 2,01 en verano, 2,35 en otoño y 2,39 en invierno. Además, el peso total de las crías al nacer representa entre 12,7% y 39,1% del peso de la madre, dependiendo del número de crías por camada.

El proceso de selección incluyó un seguimiento de 19 años, dividido en cinco periodos de análisis, con el fin de asegurar un crecimiento óptimo hasta las 13 semanas de edad, etapa en la que los cuyes alcanzan el peso comercial deseado.
Nueva alternativa para el mercado nacional
La incorporación de la raza Merino ampliará la oferta genética del INIA y mejorará la calidad de la carne disponible en el mercado nacional. Gracias a sus atributos, se espera que contribuya al desarrollo de la gastronomía peruana, donde la carne de cuy tiene una creciente demanda por su sabor y valor nutritivo.
Con la próxima liberación de Merino, el INIA sumará tres nuevas razas de cuy de alto rendimiento: Inka (Cajamarca), Mantaro (Junín) y Merino (Lima). Estas se unirán a las cuatro ya consolidadas —Perú, Andina, Inti y Kuri—, reconocidas por su rápido crecimiento, carne rica en nutrientes y capacidad de alcanzar peso comercial en apenas ocho a nueve semanas.
Valor agregado e innovación en la cadena del cuy
El impacto de estas innovaciones es notable: la población nacional de cuyes ha alcanzado los 18 millones de ejemplares, y el número de productores vinculados a esta actividad ha crecido en 45%. Además, el 84% de las personas dedicadas a la crianza de cuyes son mujeres, muchas de ellas liderando emprendimientos rurales sostenibles.

El desarrollo de razas con mayor potencial productivo también ha impulsado la creación de nuevos derivados de la carne de cuy, como paté, hamburguesas, polvos nutricionales y abonos orgánicos. De esta manera, el INIA busca consolidar una cadena de valor más diversificada, rentable y alineada con la demanda del consumidor moderno.
¿En qué países se come carne de cuy?
En varios países de los Andes y zonas cercanas, la carne de cuy tiene un papel importante tanto cultural como alimenticio. En Perú es donde la tradición está más arraigada: se calcula que existen más de 25 millones de ejemplares criados, con un consumo anual que supera las 22 mil toneladas. También Ecuador, Bolivia y Colombia destacan como los principales productores y consumidores; en Ecuador, por ejemplo, el cuy forma parte de la gastronomía cotidiana y de las celebraciones familiares, especialmente en las zonas rurales de la sierra.
Además de estos países andinos, el consumo de cuy se extiende, aunque en menor medida, al sur de Colombia, el norte de Argentina y algunas regiones de Chile. En los últimos años, su presencia ha crecido en entornos urbanos y restaurantes de alta cocina, como en Lima, donde se incorpora en menús tradicionales y gourmet, y se exhibe en ferias gastronómicas que buscan revalorar los productos nativos del país.



