
Desde que asumió la presidencia, José Jerí Oré ha ordenado una serie de acciones para fortalecer la seguridad en los establecimientos penitenciarios del país. Estas medidas buscan frenar el accionar de bandas criminales que continúan operando desde las cárceles, pese a estar bajo régimen cerrado. Entre las disposiciones más recientes figura la intervención en penales de Lima y del norte del país, donde las autoridades identificaron centros de comunicaciones ilegales y movimientos sospechosos de internos vinculados al crimen organizado.
En ese contexto, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunció la habilitación de un nuevo pabellón de extrema seguridad en el penal Ancón I, ubicado al norte de Lima. La decisión forma parte del plan de reforzamiento del régimen cerrado especial y responde a una instrucción directa del jefe de Estado. Según la institución, la medida permitirá mejorar el control interno y aislar a los reclusos de mayor peligrosidad.
Nuevo pabellón en Ancón I

El titular del INPE, Iván Paredes Yataco, informó que el nuevo espacio será implementado en la etapa A de extrema seguridad del penal Ancón I y tendrá capacidad para 150 internos. Los trabajos de adecuación ya se encuentran en marcha y culminarán en un plazo máximo de 15 días, según precisó la entidad.
Este pabellón estará destinado a procesados y sentenciados por delitos de alta peligrosidad, como sicariato, extorsión, homicidio calificado y robo agravado. La iniciativa busca garantizar un régimen de control más estricto y evitar que los cabecillas de organizaciones criminales mantengan comunicación con el exterior.
Refuerzo del control penitenciario
El INPE destacó que esta acción representa un paso importante dentro del plan de reordenamiento penitenciario impulsado por el Gobierno. La institución viene ejecutando inspecciones y reubicaciones de internos en penales de distintas regiones, con el fin de evitar el hacinamiento y reducir los espacios desde donde se planifican actos ilícitos.

Además, el organismo precisó que la creación de este pabellón de máxima seguridad permitirá optimizar el trabajo del personal de vigilancia, ya que contará con medidas tecnológicas de monitoreo continuo y protocolos de ingreso más rigurosos. El objetivo es bloquear cualquier intento de comunicación o coordinación delictiva que pueda provenir de los internos recluidos en este nuevo espacio.
Medidas contra el crimen desde las cárceles
Desde el inicio de su gestión, el presidente José Jerí ha puesto énfasis en recuperar el control del sistema penitenciario, considerado un punto crítico en la lucha contra la delincuencia. El Ejecutivo sostiene que muchas organizaciones criminales continúan ordenando extorsiones, secuestros y atentados desde las prisiones, utilizando celulares y redes de apoyo externas.
Por ello, además de la construcción del nuevo pabellón, el Gobierno ha dispuesto operativos de requisa y bloqueo de señal telefónica en los penales más conflictivos. Estas acciones buscan desarticular los canales de comunicación que facilitan la continuidad de actividades ilícitas desde el interior de los establecimientos penitenciarios.
INPE y el compromiso de seguridad nacional
El Instituto Nacional Penitenciario reiteró que la habilitación del pabellón en Ancón I se enmarca en una política de seguridad integral, cuyo propósito es garantizar el orden, la disciplina y la protección de la ciudadanía. De acuerdo con la entidad, la coordinación con el Ministerio del Interior y las Fuerzas del Orden será constante para mantener la vigilancia sobre los internos considerados de alta peligrosidad.
El Gobierno señaló que continuará ejecutando medidas similares en otros penales del país, priorizando aquellos donde se ha detectado un mayor nivel de riesgo. Con ello, busca consolidar un sistema penitenciario más seguro y eficiente, enfocado en frenar la expansión del crimen organizado desde los centros de reclusión.



