
En Perú, cerca de 420.000 adultos desarrollan anualmente verrugas genitales, una de las formas más frecuentes del Virus del Papiloma Humano (VPH). Este fenómeno impacta de manera directa tanto a la salud de la población como a las finanzas del Ministerio de Salud (MINSA).
El gasto asociado al tratamiento público de esta infección de transmisión sexual supera actualmente los 25 millones de dólares estadounidenses cada año.
Costo del tratamiento de VPH supera los 25 millones de dólares al año
Las verrugas genitales se manifiestan principalmente como bultos en la zona genital, anal y, en casos menos usuales, en garganta y boca. Estos crecimientos resultan dolorosos y suelen provocar molestias intensas durante las relaciones sexuales.
“Las lesiones tienden a reaparecer aun después del tratamiento, lo que interfiere con la vida íntima de quienes las padecen”, explicó Manuel Delgado Pacheco, médico urólogo y presidente de la Sociedad Peruana de Urología. La recurrencia representa un desafío adicional para pacientes y médicos en la atención cotidiana.

Según apuntó el MINSA, solo en 2023 se recopilaron 8.172 reportes de verrugas anogenitales, mientras que en 2024 la cifra se redujo a 5.418 casos, una disminución del 34%.
Esta tendencia podría vincularse a la ampliación de la vacunación gratuita contra el VPH. Esta estrategia ahora abarca a adolescentes y jóvenes hasta los 18 años. No obstante, el 88% de los pacientes pertenece al grupo etario de 18 a 60 años, segmento que no se beneficia del programa estatal de inmunización.
Vacunación contra VPH no cubre a la mayoría de adultos peruanos
El costo del tratamiento de cada caso en el sector público ronda los 60 dólares (230 soles aproximadamente), principalmente por el personal involucrado en la atención médica. Por la alta frecuencia de casos, el gasto anual supera los 25 millones de dólares. Especialistas resaltan la importancia de la prevención, advirtiendo que la ampliación de la vacunación y la promoción del diagnóstico precoz podrían permitir una reducción considerable de estos desembolsos.
Las estadísticas internacionales y nacionales señalan que más del 90% de las verrugas genitales se relacionan con los tipos 6 y 11 del VPH. El impacto no se limita a aspectos físicos; pues la carga psicológica puede ser incluso mayor que la asociada a lesiones cervicales avanzadas, en particular para mujeres con manifestaciones visibles.

Impacto psicológico del VPH supera consecuencias físicas en mujeres
Frente a cualquier lesión sospechosa en la zona genital, los especialistas peruanos de la Sociedad Peruana de Urología aconsejan acudir a los potenciales pacientes, sin demora, a una consulta médica, para evitar complicaciones o contagios adicionales.
Finalmente, el uso de preservativo tiene eficacia demostrada en la reducción del riesgo, aunque sin aportar una protección absoluta. La vacunación contra el VPH y los controles médicos frecuentes continúan constituyendo los pilares principales de prevención y control, de acuerdo con las pautas oficiales del MINSA.