Un incendio de gran magnitud arrasó más de 80 viviendas en el sector Virgen del Buen Pastor, en Pamplona Alta, dejando sin hogar a más de 700 personas. Pese a los esfuerzos por instalar albergues temporales a cargo del Estado, varios damnificados se han negado a trasladarse desde San Juan de Miraflores por temor a perder los terrenos donde vivían antes del siniestro.
Desde la madrugada de este domingo, la Municipalidad de Lima desplegó carpas y kits de emergencia, junto con alimentos y agua, en un espacio deportivo cercano para acoger a las familias afectadas.
Sin embargo, muchas de ellas prefieren dormir entre los escombros por miedo a no poder regresar. “No quieren ir porque están más o menos a cinco o siete cuadras del lugar de la emergencia. Quieren que se les pongan carpas aquí mismo”, explicó Mario Casaretto, gerente de Gestión del Riesgo de Desastres de la Municipalidad de Lima.

El temor al desalojo
El rechazo al traslado no responde únicamente a la distancia. Casaretto reconoció que las familias han manifestado un fuerte temor a perder lo poco que lograron salvar de sus viviendas, como cocinas, balones de gas o televisores, debido a robos registrados durante el incendio. “Nos hemos amanecido aquí. La disposición del alcalde López Aliaga es clara. Acá nos quedamos hasta que tengamos al último damnificado en un buen lugar”, aseguró el funcionario.
Asimismo, indicó que muchas familias optaron por no acudir al refugio de la MML debido al temor de perder sus pertenencias y al miedo de un posible desalojo.
Según el empadronamiento realizado por la Municipalidad de San Juan de Miraflores, hay 202 familias damnificadas, lo que representa unas 750 personas, incluyendo adultos mayores, gestantes, niños y personas con discapacidad. La comuna limeña ha instalado 34 carpas en la zona de desastre y ha trasladado otras 22 desde un estadio cercano, con la esperanza de ampliar la capacidad de refugio sin obligar a las familias a dejar el área siniestrada. Según Casaretto, “el sostenimiento es lo importante aquí para aquellos durante los días que estén aquí puedan ser atendidos”.

Terrenos pertenecerían al Minedu
El teniente alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, encendió las alarmas al declarar que el terreno donde se produjo el incendio sería propiedad del Ministerio de Educación, lo cual abre la posibilidad de que las familias no puedan volver a ocuparlo. “Aparentemente habría una orden o una decisión de desalojo respecto a la zona incendiada”, indicó Reggiardo, quien también pidió al Ejecutivo una pronta respuesta para evitar que el conflicto se agrave.
El funcionario se comprometió a gestionar una salida ante el Minedu, aunque aclaró que, por la actual reorganización del gabinete ministerial tras la vacancia de Dina Boluarte, no hay claridad sobre quién asumirá decisiones en ese sector. “Haremos todo el esfuerzo para que se tenga en consideración el daño que han sufrido y que no se tome una decisión radical que los afecte más de lo que ya están afectados”, agregó.
Se investigan las causas del incendio
Las investigaciones preliminares apuntan a que el fuego se habría originado en un almacén clandestino de pirotécnicos. El siniestro, clasificado como “Código 3” por su magnitud, comenzó alrededor de las 5:30 p. m. y destruyó entre 80 y 100 viviendas hechas de esteras, madera y calamina. Las labores de control duraron más de tres horas e involucraron a más de una decena de unidades de bomberos, así como cisternas de agua proporcionadas por municipalidades cercanas.
El comandante de los Bomberos, José Antonio Palacios, alertó sobre la escasez de agua y la necesidad de contar con maquinaria pesada para remover escombros. A pesar de lo dramático de la escena, no se han reportado fallecidos. El Ministerio de Salud informó que cinco personas sufrieron lesiones leves, entre quemaduras e intoxicación por humo, y que fueron atendidas en el lugar.