El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, descartó que renunciara a su cargo antes de que el Congreso debata la moción de censura en su contra, este jueves 9 de octubre.
Ante cuestionamientos por la gestión de Machu Picchu y el manejo del patrimonio cultural del Perú, el titular de la cartera defendió su permanencia en el cargo y argumentó respaldo técnico en su experiencia previa.
“Yo tengo una formación en tema de museología y patrimonio cultural de décadas antes de ser ministro. Yo estoy en el cargo hasta que la presidenta Dina Boluarte me dé la confianza o hasta que el Congreso me cense”, dijo Valencia en Canal N.
La moción de censura, presentada por 37 legisladores, cita el manejo de la crisis en Machu Picchu, así como una serie de presuntas irregularidades administrativas y falta de avances en proyectos patrimoniales estratégicos.
Se señala que la gestión del ministro “no supo gestionar la concesión de Consettur ni prevenir irregularidades en el sistema de venta de boletos, lo que generó caos para los turistas e impacto negativo en la imagen internacional del Perú”.

Acusaciones sobre Machu Picchu
El documento de moción impulsado en el Parlamento detalla acusaciones directas respecto a bloqueos, incidentes en la venta de entradas para Machu Picchu y desacuerdos sobre la concesión de la ruta Hiram Bingham. Las críticas también incluyen las advertencias de la Unesco sobre riesgos para el reconocimiento internacional del sitio.
Legisladores apuntan que la administración de Fabricio Valencia permitió una alta rotación de funcionarios en el sector, generó descoordinaciones internas y desatendió reclamos laborales, hechos que afectaron la estabilidad institucional.
El otorgamiento irregular de órdenes de servicio, el uso privado de vehículos oficiales y la supuesta contratación directa de un local para TV Perú por 16 millones de soles también forman parte de los elementos en discusión.
A esto se añade la demora en publicar el Plan Anual de Estímulos Económicos para la Cinematografía y el Audiovisual 2025 y la falta de progreso en la recuperación de la fortaleza de Kuélap, el complejo del Gran Pajatén y la protección de sitios como Caral, Chan Chan y Las Salinas de Chao.

Una queja adicional indica que Valencia viajó a París para asistir a la 47ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco y a la República de Corea, mientras el país enfrentaba problemas urgentes en la gestión cultural.
Controversia por las Líneas de Nasca y moción en el Congreso
El detonante final señalado por los impulsores de la censura corresponde a la Resolución Viceministerial N° 000128-2025-VMPCIC/MC, que recortó en aproximadamente 2.400 kilómetros cuadrados el área intangible de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, hecho identificado como un factor de riesgo para el avance de la minería ilegal. Según el texto parlamentario, “la modificación se realizó sin consulta a la Unesco ni a especialistas en conservación”.
En la sesión plenaria del 13 de junio de 2025, Fabricio Valencia respondió a tres mociones de interpelación que hacían referencia a este recorte y a su supuesta falta de idoneidad para continuar en funciones. El documento parlamentario califica de “debilidad, apatía e indiferencia” el liderazgo del ministro y solicita que se aplique el mecanismo de censura previsto en la Constitución.
Reiteró su postura durante la comparecencia legislativa, enfatizando que su permanencia depende de la confianza de la presidenta Dina Boluarte y de la decisión final del Congreso. El escenario queda marcado por la expectativa sobre el resultado de la votación legislativa y por la preocupación internacional respecto al futuro del patrimonio cultural peruano.