
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) exhortó este lunes al Gobierno de Dina Boluarte a escuchar el clamor ciudadano ante el paro de transportistas de Lima Metropolitana y Callao, que exigen mayores medidas de seguridad ante el embate del crimen organizado.
A través de un comunicado, la presidencia de la CEP afirmó que se pronuncia “como Iglesia y como parte del pueblo peruano” ante “la difícil situación que atraviesa nuestro país” y frente al “sufrimiento cotidiano” generado por la inseguridad en las calles.
“Reconocemos que, cuando las protestas se realizan de manera pacífica y sin intereses políticos de por medio, se convierten en un grito justo que reclama atención, escucha y solución ante un problema tan grave como es la inseguridad y la pérdida de vidas humanas en nuestras calles”, indicó el comunicado.
Los obispos invitaron a las autoridades a actuar con responsabilidad y apertura ante las demandas ciudadanas. “Como pastores, invitamos al Gobierno y a las autoridades competentes a escuchar con apertura y responsabilidad la voz del pueblo, especialmente cuando esta nace del sufrimiento cotidiano, del miedo a perder la vida, y del clamor por justicia y paz”, señalaron.

En el mensaje, también hicieron un llamado a la unidad nacional para enfrentar la crisis de violencia que afecta al país. “Invocamos a todos los peruanos a unirse, más allá de las diferencias políticas o sociales, en un compromiso común por la paz, el respeto a la vida y la dignidad de cada persona. No podemos acostumbrarnos a vivir en medio del temor y la violencia. Las muertes deben parar. Todos juntos debemos construir la paz”, afirmaron los prelados.
Finalmente, encomendaron al Señor de los Milagros la protección del pueblo peruano y manifestaron su esperanza de que el país pueda alcanzar una sociedad “más justa, solidaria y fraterna”.
“Situación difícil”
Horas antes, el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima y primado del Perú, pidió comprender el trasfondo social de la protesta, anunciada después de que el conductor de un autobús fuera asesinado durante la noche del sábado en el distrito de San Juan de Miraflores.

“Hoy día estamos en una situación muy difícil y en donde la muerte sella terriblemente nuestras vidas. Y ante eso nos queda también mantener la unidad y solidaridad con todas las víctimas”, expresó en una entrevista concedida a RPP.
“Los hermanos chóferes han querido hacerlo mediante este signo, que es un poco fuerte porque deriva en situaciones un poco difíciles para la vida de la ciudad, pero que simultáneamente debe ser comprendida como también todo acto en donde las personas se manifiestan”, señaló.
El líder religioso exhortó a mantener la calma y no caer en la indiferencia ante las muertes que sacuden al país. “Siempre los actos deben ser pacíficos, en lo posible ordenados, pero, no puede haber una indiferencia ante algo así. Quizás ocurren justamente (...) porque se siente abandono, se siente que no hay respuestas suficientes por parte de las personas o los encargados y responsables”, matizó.
Las declaraciones del cardenal ocurren tras las controvertidas expresiones del ministro del Interior, Carlos Malaver, quien intentó desligar el asesinato reciente de las redes de extorsión que afectan al transporte urbano.
“No pueden así tan alegremente o tan rápidamente, por favor, decir que simplemente ante el fallecimiento de alguien pueda ser el paro de motores. Señores, nosotros estamos cumpliendo a todos los conductores”, señaló.