
El presidente de la Coordinadora de Empresas de Transporte Urbano de Lima y Callao (CETU), Héctor Vargas, solicitó este lunes una intervención profunda en las instituciones responsables de la seguridad nacional, como la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público y el Poder Judicial, en el marco del paro de transportistas que se desarrolla hoy en la capital peruana. La protesta, convocada por diversos gremios del transporte urbano, responde a crecientes preocupaciones ante la inseguridad y la criminalidad que enfrentan diariamente conductores y usuarios del sector.
Vargas advirtió que “las instituciones que deben luchar frontalmente contra la delincuencia, están manchadas, corrompidas”. Según el dirigente, el incremento de los operativos de control es insuficiente mientras no se realice una “limpieza” integral de las entidades responsables del combate al crimen. Vargas sostuvo que esta demanda ha sido expuesta tanto en reuniones directas con el ministro del Interior como en sedes del Congreso, estableciendo un reclamo que amplifica el descontento de los transportistas ante la ola de inseguridad en Lima y Callao.
En sus declaraciones, el titular de la CETU ubicó como primer paso estratégico la depuración de los organismos encargados de impartir justicia y resguardar el orden: “Nosotros se lo hemos dicho directamente en una conversación con el ministro del Interior y en el Congreso”, expresó Vargas. El dirigente estima que la corrupción dificulta la erradicación del delito en el transporte y socava la confianza en la protección estatal. “Capturan a una banda y dentro de esa banda hay uno o dos policías involucrados y no una, son varias capturas. Luego, en el Ministerio Público encontramos a un fiscal que por teléfono estaba extorsionando a una persona y como ese hay muchos casos”, añadió.
Acalorada jornada
El paro de transportistas en Carabayllo, al norte de Lima, intensificó las protestas el 6 de octubre con el bloqueo de la avenida Túpac Amaru. Según Buenos Días Perú, los manifestantes interrumpieron ambos sentidos en los kilómetros 22 y 24 encendiendo llantas, arrojando piedras y colocando basura sobre la calzada, lo que provocó largas filas vehiculares y paralizó parcialmente el servicio del Metropolitano. En medio de estos disturbios, se reportó que una mujer resultó herida por un golpe en la cabeza durante los enfrentamientos con la Policía Nacional del Perú, quien trató de despejar la vía.
Los conductores reclamaron justicia por compañeros asesinados, denunciaron extorsiones y exigieron al Estado medidas urgentes de seguridad.Los manifestantes portaban pancartas con nombres de víctimas y advirtieron que el miedo a la violencia los llevó a radicalizar sus protestas, aunque recalcaron que no buscan perjudicar a la ciudadanía. Durante los enfrentamientos, los policías intentaron remover obstáculos y controlar el incendio de neumáticos, situación que generó tensiones y acusaciones de abuso de autoridad entre los presentes.
El paro provocó que rutas alimentadoras del Metropolitano quedaran detenidas por horas, afectando a pasajeros y conductores, mientras se buscaba liberar parcialmente los carriles hacia Canta. Los transportistas anunciaron que se desplazarían hasta el Congreso de la República para que sus reclamos sean escuchados, mientras exigían mayor respaldo policial frente a la violencia que padecen en su labor diaria.