Los representantes de distintas empresas de transporte público advirtieron que están dispuestos a dotar de armas a sus propios choferes si el Estado no garantiza su seguridad frente a la ola de ataques y asesinatos que golpea al sector. La declaración se dio durante una entrevista en el programa Punto Final, donde se reveló que 44 conductores han sido víctimas mortales de sicarios en los últimos meses.
En la mesa participaron dirigentes de Conect Perú y Appsuper, quienes detallaron que los transportistas pagan cupos a diario y que la situación ha llegado a un límite insostenible. Según señalaron, el problema no se reduce solo al rubro del transporte: ambulantes, mototaxistas y comerciantes también son blanco de extorsiones. Frente a este escenario, los gremios advirtieron que de no obtener garantías del Gobierno, el servicio podría paralizarse en cuestión de horas.
Transportistas plantean armar a choferes ante la falta de protección
Durante la entrevista, un representante explicó que ya solicitaron al Ministerio del Interior facilidades para adquirir armamento a través de la Dirección de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (DISCAMEC). Argumentó que, ante la ausencia de resguardo policial, no queda más opción que autoproteger a los conductores que exponen su vida a diario en las calles.
Los dirigentes insistieron en que no se trata de una medida deseada, sino de una salida desesperada frente a los asesinatos y amenazas. “Si mañana no tenemos seguridad, no saldremos a trabajar”, remarcaron al detallar que los ataques ya no se concentran en los “llamadores” o cobradores, sino directamente en los choferes de las unidades.
Extorsiones y asesinatos: 44 choferes han perdido la vida
En la misma entrevista, se expuso que 44 conductores de transporte urbano fueron asesinados en diferentes distritos de Lima y el Callao. La modalidad más común de sicariato es que los atacantes suben como pasajeros y disparan a quemarropa contra los choferes, muchas veces apuntando directamente a la cabeza.
Además de los crímenes consumados, hay decenas de trabajadores heridos y una creciente migración de choferes hacia otros oficios por miedo a ser atacados. Según cálculos de los gremios, un 20 % del personal ha abandonado las empresas de transporte en los últimos meses.

Dirigentes señalan similitudes con la crisis en Colombia
Martín Ojeda, asesor legal de Conect Perú, sostuvo que la situación guarda similitudes con lo ocurrido en Medellín, Colombia, donde los grupos criminales pasaron de cobrar cupos a tomar control de las empresas de transporte. Explicó que el dinero en efectivo que se maneja diariamente en este rubro es un incentivo directo para las mafias que buscan rentas rápidas y constantes.
Los representantes advirtieron que el Perú podría estar entrando en una segunda fase de violencia si no se adoptan acciones inmediatas. Recordaron que en Medellín la reforma del transporte fue frenada por estas mafias y alertaron que el mismo escenario podría replicarse en Lima.
Reclamo de coordinación y amenaza de paro

Luis Gutiérrez, de Appsuper, criticó la falta de coordinación entre las instituciones del Estado y aseguró que la respuesta del Gobierno sigue siendo insuficiente. Indicó que existe una pugna entre la Fiscalía, la Policía y el Poder Judicial que impide enfrentar de manera conjunta la ola de violencia.
En ese contexto, los gremios adelantaron que si el Ministerio del Interior no cumple con desplegar efectivos policiales en rutas y terminales, además de vigilancia con drones, se verán obligados a paralizar sus actividades. “No podemos seguir trabajando desprotegidos”, remarcó Julio Raurao, otro de los voceros.