Las fiestas por el aniversario de la comunidad de Satipo, en la región Junín, sufrieron la interrupción de sus tradicionales yunzas debido al impacto de un inusual episodio meteorológico. El fuerte ventarrón, acompañado de lluvia intensa y granizo, derribó los árboles colocados en la plaza principal para la emblemática actividad. De acuerdo con reportes locales recopilados por Infobae, el viento y el peso añadido por el granizo impidieron que las decoraciones y los troncos permanecieran en pie, forzando la suspensión momentánea de la festividad.
La yunza —también conocida como cortamonte o umisha en otras regiones— es una de las costumbres más relevantes del calendario festivo andino y amazónico. Consiste en la instalación de un árbol adornado con regalos, serpentinas y cintas de colores, que es rodeado por los habitantes y cortado al son de música y baile comunitario, hasta que cae derribado. El incidente no solo alteró la secuencia ritual, sino que también obligó a los asistentes a resguardarse en los locales de la comunidad, ya que la exposición a la intemperie se volvió peligrosa ante la fuerza del clima.
Organizadores y vecinos coincidieron en que la caída prematura de los árboles desarticuló uno de los momentos más esperados de la celebración, dejando sin cierre a la ronda de música, danzas y obsequios tradicionalmente asociados a la yunza. Si bien los asistentes lograron ponerse a salvo a tiempo, el abrupto cambio de condiciones meteorológicas transformó el ánimo festivo en prudencia y recogimiento dentro de espacios techados.

Persistencia de lluvias, nieve y granizo en la sierra peruana
El evento en Satipo tuvo lugar en el contexto de una alerta extendida del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), que desde el aviso N.° 343 mantiene vigilancia sobre la sierra peruana por precipitaciones intensas. Las lluvias, la aguanieve, el granizo y hasta nevadas impactan actualmente una extensa franja regional, abarcando departamentos como Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Moquegua, Pasco, Piura, Puno y Tacna. El pronóstico técnico proyecta que las condiciones adversas continuarán, al menos, hasta el domingo 28 de septiembre.
El Senamhi estima que la acumulación de agua puede alcanzar 22 mm/día en la sierra norte, 14 mm/día en la sierra central y 12 mm/día en la zona sur, niveles que elevan el riesgo para viviendas y estructuras expuestas. El granizo es esperado principalmente en sectores por encima de los 2.800 metros sobre el nivel del mar, mientras que la nieve afectará distritos desde los 3.900 metros. Los especialistas también advierten sobre la posibilidad de descargas eléctricas y ráfagas que pueden alcanzar los 45 km/h, y prevén mayor nubosidad sobre todo en horas de la tarde y noche. En zonas costeras cercanas, el arrastre de nubosidad altoandina puede generar lluvias dispersas de menor intensidad.
Recomendaciones oficiales

Frente al aumento de eventos meteorológicos severos, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) instó a gobiernos regionales y municipales a revisar la señalización de rutas de evacuación, despejar caminos y promover acciones de prevención en barrios vulnerables ante la posibilidad de nuevos incidentes con lluvias intensas o caída de objetos.
El organismo recomendó también actualizar los sistemas de alerta temprana, combinando métodos tradicionales como silbatos o campanas, con el uso de megáfonos y sirenas, de modo que toda la comunidad esté informada frente a movimientos súbitos del clima. A la vez, se resalta la necesidad de asegurar techos y reforzar las estructuras en viviendas, para limitar los daños por la acumulación de agua o el peso del granizo.
A nivel sanitario, INDECI enfatizó la importancia de garantizar la operatividad permanente de centros de salud, comisarías y compañías de bomberos, facilitando la capacidad de respuesta frente a cualquier emergencia. Desde el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), se mantiene la vigilancia de la situación climática en coordinación directa con alcaldías y gobiernos regionales, evaluando la evolución de los daños e impulsando acciones para la rápida atención de las necesidades comunitarias.



