El libro póstumo de Gustavo Gutiérrez le recuerda a la Iglesia católica sus tantas tareas pendientes

Carmen Lora, directora del Centro de Estudios y Publicaciones, conversó con Infobae Perú sobre el trabajo del padre de la teología de la liberación

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Gustavo Gutiérrez y el papado de Francisco

La publicación póstuma de Gustavo Gutiérrez, “Vivir y pensar el Dios de los pobres”, ha reavivado el debate sobre el papel de la Iglesia en la lucha contra la pobreza y el poder transformador de su mensaje, según reveló Carmen Lora, directora del Centro de Estudios y Publicaciones (CEP). El libro, prologado por el papa Francisco, recoge los últimos pensamientos del fundador de la Teología de la Liberación y su visión de una Iglesia comprometida con los más desfavorecidos.

En la entrevista concedida a Infobae Perú, Lora recordó que Gutiérrez presenció el Concilio Vaticano II tan solo un año después de su ordenación sacerdotal. Esta experiencia, vinculada a la figura del papa Juan XXIII y la famosa consigna sobre una “Iglesia pobre para los pobres”, dejó una huella profunda en su trayectoria. “Gustavo tenía una extraordinaria admiración por esa apertura que significó el Concilio”, puntualizó Lora.

"Vivir y pensar el Dios
"Vivir y pensar el Dios de los pobres" es una publicación del Centro de Estudios y Publicaciones (CEP)

El cierre de la vida de Gutiérrez coincidió con un cambio significativo en el Vaticano bajo el liderazgo del papa Francisco. El pontífice no solo prologó el libro, sino que reiteró en su gestión la prioridad de la Iglesia hacia los pobres, retomando planteos que Gutiérrez consideró centrales durante décadas.

Lora enfatizó que, ante el desafío de la pobreza, “la Iglesia no ha de participar como un acto político en el sentido más estricto del término, pero tiene una responsabilidad ética muy importante”, una postura resaltada por Infobae Perú al abordar la actualidad de la Iglesia. En este marco, la directora del CEP reflexionó sobre las crisis recientes y la necesidad de retornar a la fuente del Evangelio. “La Iglesia ha tenido momentos de mucha oscuridad, no lo podemos negar. Lamentablemente en los últimos tiempos han habido señales que han herido su credibilidad, pero si la Iglesia recurre y toma siempre la fuente del Evangelio; es decir, recuerde que todos somos seres humanos, será de gran importancia ante la crisis que enfrenta la humanidad”, sostuvo Lora.

La responsabilidad ética de la Iglesia ante los conflictos del mundo

Largo camino por recorrer

El impacto del Sínodo de la sinodalidad también formó parte del análisis, ya que el encuentro ha revitalizado discusiones abiertas en el Concilio Vaticano II sobre la democratización interna de la Iglesia. “Todos somos bautizados, todos tenemos derecho a ser escuchados en la Iglesia. El camino sinodal es lento; no se trata de asuntos que se resuelven por votación”, apuntó Lora, quien anticipó que “tomarán varios años en llegar a una decisión final”.

Otro eje abordado fue el rol de la mujer en la Iglesia. Para Lora, la discusión sobre el sacerdocio femenino y la antropología eclesiástica merece revisión, ya que “el Evangelio ha planteado otra visión”. “La actitud de Jesús con las mujeres es totalmente revolucionaria frente a lo que era la cultura judía”, afirmó durante la entrevista con Infobae Perú.

Las devociones y el límite con la idolatría

Lora concluyó destacando que, aunque la Iglesia ha atravesado periodos donde ha tendido a acumular riquezas y poder, para los creyentes existe la convicción de que una “presencia del Espíritu” la encamina constantemente hacia sus verdaderos fines. Citó: “Mientras que la Iglesia se encierra en ella misma, tiende a acumular riquezas, tiende a acumular poder, tiende a mirar sus propios intereses, como creo que ocurre en cualquier grupo social. Para quienes somos creyentes, sentimos que en la Iglesia hay, sin embargo, una presencia del Espíritu y, por lo tanto, esa presencia interviene para recordarle y recordarnos a todos nosotros de que ese no es el propósito de la Iglesia”.

La edición del libro “Vivir y pensar el Dios de los pobres” recoge estos desafíos y perspectivas contemporáneas sobre la misión social y ética de la Iglesia católica, según el testimonio de quienes acompañaron a Gutiérrez hasta sus últimos días.

Gustavo Gutiérrez murió en octubre
Gustavo Gutiérrez murió en octubre de 2024 a los 96 años.