Extirpan tumor dentro del corazón de una adolescente de 13 años en INSN de Breña

El procedimiento requirió detener el corazón durante una hora. La función cardíaca y pulmonar fue asumida de manera temporal por una máquina de circulación extracorpórea

Guardar
La operación tardó varias horas.
La operación tardó varias horas. (Foto: Minsa)

Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) Breña intervino de urgencia para extirpar un tumor intracardíaco de gran tamaño en una adolescente proveniente de Lima, logrando preservar su vida y abrir un pronóstico positivo en su rehabilitación.

Todo comenzó con síntomas cotidianos que, en un inicio, no advirtieron la gravedad del cuadro. La adolescente de 13 años, acompañada por su padre Wilmer Salazar Salazar, llegó al consultorio médico por molestias respiratorias: dolor de cabeza, escalofríos, tos seca y dificultad al respirar.

El diagnóstico inicial sugería un proceso infeccioso de las vías respiratorias, pero en el policlínico detectaron la presencia de líquido en los pulmones, lo que motivó su rápido traslado al INSN Breña, centro pediátrico de referencia a nivel nacional.

Durante los primeros exámenes, el equipo médico descartó las causas más frecuentes de derrame pleural. A través de estudios de imagen y un ecocardiograma, los especialistas detectaron una masa anómala en el interior del corazón. Los resultados señalaron un mixoma de aproximadamente 7 centímetros de diámetro, alojado en la aurícula izquierda, que invadía parcialmente el ventrículo y comprometía la función de la válvula mitral.

La operación tardó varias horas.
La operación tardó varias horas. (Foto: Minsa)

La noticia fue angustiante para la familia, que nunca imaginó enfrentar un diagnóstico tan poco común en la infancia. Los médicos informaron sobre la urgencia: el tumor bloqueaba el flujo sanguíneo normal, generaba insuficiencia mitral severa y ponía en riesgo la vida de la paciente por la posibilidad de embolias cerebrales o un colapso cardiovascular repentino.

La adolescente entró en lista de espera para cirugía de alta complejidad. El personal del INSN Breña coordinó una respuesta integral, solicitando unidades de sangre del tipo AB negativo, poco común y esencial para sostener el procedimiento. En cuestión de horas, la disponibilidad de todos los recursos permitió programar la operación.

La cirugía a corazón abierto

La intervención fue realizada por el Servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular del instituto, liderado por el Dr. Jorge Hernández y el jefe del servicio, Dr. Jesús García Pinzás. El equipo incluyó anestesiólogos, especialistas en perfusión, enfermeros y técnicos en cuidados intensivos cardiovasculares.

El procedimiento requirió detener el corazón durante 60 minutos. La función cardíaca y pulmonar fue asumida de manera temporal por una máquina de circulación extracorpórea, herramienta que permitió a los cirujanos trabajar con precisión sobre las cavidades afectadas. El mixoma, que prácticamente ocupaba toda la aurícula izquierda, era móvil y obstruía la válvula mitral a cada contracción, justificando la urgencia del abordaje.

(Foto: Minsa)
(Foto: Minsa)

En el transcurso de seis horas, los cirujanos lograron resecar totalmente la masa tumoral y asegurar la reparación de la válvula con maniobras reconstructivas, minimizando el daño a las estructuras cardíacas y preservando la viabilidad del corazón joven. El manejo anestesiológico y la coordinación con el Banco de Sangre garantizaron una perfusión estable y el reemplazo de los volúmenes sanguíneos requeridos, aspecto esencial en cirugías pediátricas de esta magnitud.

El Dr. Hernández especificó que los mixomas intracardíacos suelen aparecer en adultos y son especialmente raros en adolescentes. En población pediátrica, la incidencia es baja, lo que hace este caso relevante por la dificultad diagnóstica, la necesidad de acción rápida y el alto riesgo de complicaciones en ausencia de intervención adecuada.

Superación, recuperación y retorno a la vida cotidiana

Tras la cirugía, la adolescente fue trasladada a la Unidad Postoperatoria Cardiovascular (UPO) para un seguimiento continuo de su función hemodinámica y recuperación. El equipo multidisciplinario monitorizó durante varias jornadas cualquier signo de complicación o recaída. La paciente mostró evolución favorable y, en pocos días, pasó a hospitalización general para continuar su rehabilitación.

El acompañamiento psicológico y el soporte emocional a la familia fueron fundamentales en el proceso posquirúrgico. El padre expresó gratitud y sorpresa por el nivel de preparación y rápida respuesta del instituto, destacando la comunicación clara con los especialistas y el trato humano en cada instancia del tratamiento.