
Erick Luis Moreno Hernández, conocido en los bajos fondos como “El Monstruo”, fue capturado en Paraguay este miércoles 24 de septiembre gracias a una operación coordinada entre la División de Crimen Organizado de la Dirincri y la Policía Nacional de ese país.
El dispositivo, catalogado como estratégico por las autoridades, concretó la detención en la ciudad de San Lorenzo y terminó con la fuga del hombre considerado cabeza visible del crimen organizado en Perú.
La operación representó el cierre de una etapa de rastreo que requirió el seguimiento detallado de sus movimientos entre Perú y Paraguay.
“¡Alias ‘El Monstruo’ es capturado en Paraguay! Agentes de un grupo especial contra el crimen organizado lograron la captura de Erick Moreno Hernández, principal cabecilla de organizaciones criminales dedicadas a la extorsión y sicariato”, publicó la Policía Nacional del Perú (PNP) a través de sus redes sociales.
Los delitos y la red que lideraba según el Mininter
El Ministerio del Interior (Mininter) identificó a Erick Luis Moreno Hernández como el líder de “Los Injertos del Cono Norte”.
En una muestra de la gravedad de su caso, el Programa de Recompensas del Mininter elevó la cifra ofrecida por información sobre su paradero de S/ 500.000 a S/ 1.000.000, el pasado mes de junio.
Se le acusa de integrar una estructura dedicada a la extorsión, microcomercialización de drogas y robo agravado.
Su nombre figuró en la lista del Programa de Recompensas el 28 de diciembre de 2023, cerrando así el círculo de persecución oficial para un personaje considerado objetivo prioritario.

Un historial delictivo marcado por la expansión y la violencia
Natural de Ica y nacido en 1991, Moreno Hernández inició su camino en el delito con actividades aparentemente menores.
Comenzó como mototaxista en Lima y pronto se vinculó a la venta clandestina de nichos en el cementerio Belaúnde de Comas, donde desplazaba restos humanos para comercializar espacios a terceros.
Este entorno fue el terreno fértil para conocer a Jorge Rodríguez Pedraza, alias “Jorgito”, su futuro socio en el mundo delictivo.
El salto a los delitos de alto impacto llegó con el robo sistemático de camionetas Hilux y el secuestro organizado.
Durante la pandemia de 2020, la Policía Nacional lo vinculó al secuestro de dos empresarios en Lima Norte, hecho que coincidió con su cumpleaños número 29 y en el que las fuerzas del orden lograron rescatar a las víctimas tras una operación que lamentó el fallecimiento del brigadier William Ríos Cauti.
La policía identificó a Moreno como el encargado de grabar videos extorsivos y exigir pagos a las familias, utilizando los alias de “Chino” y “Feo”.

Con la muerte de “Jorgito” en 2022, Moreno asumió el liderazgo y diversificó sus negocios con una red de testaferros y fachadas inmobiliarias.
Grace Bados Neyra, pareja de “Jorgito”, gestionó los fondos y facilitó operaciones en Paraguay, permitiendo la salida segura de la organización y el movimiento de grandes sumas de dinero.
Entre 2023 y 2024, la banda fue vinculada a tres secuestros de alto perfil. Uno de los casos más resonantes fue el de Jackeline Salazar, empresaria retenida durante once días en una vivienda adaptada para el aislamiento de víctimas. El uso de teléfonos encriptados y rutas digitales permitió a la estructura operar incluso desde el extranjero.
32 años de prisión
Luego de la captura de Erick Moreno Hernández en San Lorenzo, las autoridades peruanas iniciaron gestiones para su extradición en los próximos días, a fin de que enfrente la justicia en Perú. Según lo explicado por funcionarios judiciales y policiales, Moreno ya fue condenado en diciembre de 2023 a 32 años de prisión por los delitos de hurto, homicidio, sicariato y comercialización de drogas, sentencia emitida en ausencia al encontrarse prófugo.

El rango de condena posible oscila entre 32 y 35 años de cárcel, dependiendo de la ratificación de los cargos y considerando sus antecedentes penales y la gravedad de los delitos atribuidos. Fuentes judiciales advierten que, si se consolidan las acusaciones más graves, relacionadas al homicidio y crimen organizado, el cabecilla podría recibir prisión perpetua, de acuerdo con las disposiciones del Código Penal peruano, que permite imponer una pena única a quienes acumulen múltiples delitos graves. La situación legal de Moreno Hernández quedará finalmente definida tras su repatriación y nuevo proceso ante la justicia peruana.